Una compañía de Maryland ha encontrado un nuevo uso para los perros detectores de droga: alquilan por horas a canes debidamente entrenados (junto a su guía humano) a empresas, centros de rehabilitación e incluso a padres que sospechan que sus hijos adolescentes pueden estar consumiendo cualquier tipo de estupefaciente.
Por 150$ un perro como Honda puede visitar una casa y rastrearlo todo en pocos minutos.
"Encontramos cosas en pilas AAA, paquetes de cigarrillos, calcetines enrollados. A menos que tengas todo un día para revisar cada artículo en la habitación, no lo vas a encontrar. En cambio el perro llegará y en dos o tres minutos lo localizará", explica Chris Itnyre, responsable de K-9 Protection and Detection.
Argumentan que es otra arma más en la lucha contra la epidemia por el consumo de opiaceos en EEUU, un problema que lejos de reducirse va de nuevo en aumento: cada día 90 americanos mueren por sobredosis.
Un "avance" un tanto preocupante, aunque el responsable de uno de los centros de rehabilitación de Maryland explique en el reportaje que tiempo atrás nunca habría recomendado este tipo de iniciativas pero que la gravedad de la actual crisis es tal que ahora sí lo considera útil puesto que así pueden tratar el problema antes de que sea demasiado tarde.