Es raro el día en el que no nos topamos con alguna noticia sobre maltrato a perros de caza en España. Basta entrar en las redes de casi cualquier protectora en ciertas zonas de España para comprobar cuál es la realidad y el drama cotidiano de los perros de caza.
Y por eso mismo es tan importante que estos perros no queden desprotegidos legalmente, que no prospere lo que promueve desde hace meses el lobby cazador: que sus perros sean distintos ante la ley, que tengan derechos diferentes que los demás canes.
Esta vez ha sucedido en Logroño: allí la policía ha decomisado a un cazador cuatro perros que carecían de microchip o documentación. Y, al ver que tenía otros 13 perros registrados a su nombre comprobaron que solo uno seguía con vida. El cazador alegó que los otros 12 habían muerto, "si bien por la edad de esos animales la policía sospecha que algunos de esos perros podrían haber muerto de manera prematura. Además, su propietario nunca comunicó su muerte o desaparición al registro correspondiente, trámite que es obligatorio por la ley."
"En vista del riesgo de que esos cuatro podencos también desaparezcan, los animales son decomisados de forma cautelar y puestos a disposición de la administración, solicitando la confiscación definitiva, la prohibición de la tenencia de animales por 15 años -por las infracciones graves-, el pago de los gastos de mantenimiento de los animales hasta que puedan ser cedidos en adopción a terceros y solicitan la investigación de los animales desaparecidos", explican desde La Asociación de Policías por la Defensa de los Animales y la Biodiversidad (APDA).
En estos momentos en los que la nueva Ley de Protección y Derechos de los Animales está presuntamente bloqueada justamente porque en ella se busca proteger a TODOS los perros por igual,no tratar a los perros que son utilizados para la caza como si fueran diferentes a sus congéneres, ahora que acaba de salir a consulta pública La Estrategia Nacional de Gestión Cinegética que busca, entre otras cosas, cimentar esa presunta diferencia, compartimos lo que han publicado desde APDA porque su reflexión y sus propuestas, a partir del caso de Logroño, son tremendamente pertinentes y muy necesarias:
LAS CIFRAS DE MALTRATO ANIMAL
Desde hace años, las entidades protectoras y la federación de caza se cuestionan mutuamente las cifras de abandono y maltrato. Frente a los 50.000 galgos anuales solamente en Andalucía que manejan colectivos animalistas, la federación se apoya en la estadística del SEPRONA para manifestar que son muy pocos los casos de maltrato investigados.
Sin embargo, existen cifras como las de estos 12 perros desaparecidos que no engordará la estadística del SEPRONA ni de la Fiscalía, sencillamente porque “desaparecen” dentro del seno de la Administración sin que se persiga como presuntas muertes injustificadas o maltrato, o se averigüe su paradero.
NORMATIVA DE USO DE PERROS PARA CAZA
Pese al riesgo de que los perros se extravíen, cazar con perros que carecen de identificación es infracción leve en algunas normativas autonómicas y puede conllevar la suspensión de la licencia de caza de hasta 6 meses, o ningún tipo de suspensión en otras comunidades.
CAZAR ZORROS EN ZONAS DESTINADAS A LA AGRICULTURA
Cazando conejos entre viñedos, cuesta creer que exista justificación por parte de las administraciones o la federación de caza que sostenga la necesidad de matar zorros allí donde, precisamente, son los agricultores quienes ven en estos animales unos aliados para las cosechas.
Estas son las propuestas de La Asociación de Policías por la Defensa de los Animales y la Biodiversidad (APDA) para la futura Ley de Protección y Derechos de los Animales:
La supervisión regular de los animales domésticos, especialmente los destinados a trabajo o actividades como la caza.
Uso y control de los registros por parte de la administración: una potente herramienta para supervisar, inspeccionar y realizar el seguimiento de animales y titulares infractores.
Investigación de animales muertos o “desaparecidos” a un mismo titular reincidente.
Una (única) Ley nacional.
Incluir en esa ley los tratamientos veterinarios mínimos (supervisados por un facultativo), al menos: contra la rabia, desparasitaciones internas y externas, y prevención de la leishmania según la afectación de la zona (en coordinación con los colegios veterinarios).
Que se tipifique como infracción grave ejercer la actividad de la caza con perros sin identificar o que aún no lo estén por su edad.
Prohibición de la caza del zorro (al menos) en las zonas de cultivo."
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