Cada pequeña gran historia protagonizada por un perro de asistencia demuestra la enorme labor que desarrollan cada día y en casi todo el mundo estos canes entrenados para ayudar a los humanos. Es impresionante ver todo lo que logran, la libertad y la independencia que regalan a tantísima gente. Cambian vidas con su compañía y ayuda.
No es sólo una cuestión física -todas las ya de por sí impresionantes tareas que pueden desarrollar- su apoyo es también evidente en los cambios emocionales de sus humanos: aportan confianza y ánimo y felicidad,tanto para las personas que necesitan a ese perro de asistencia como para sus familias.
La independencia es, efectivamente, otra de las claves en los relatos que comparten muchas de las personas que pueden "navegar" el mundo de otra manera ahora que tienen a un can a su lado. Pero también el aumento en la autoestima: Oliver, por ejemplo, tenía miedo a casi todo... porque la gente le miraba, por ser diferente. Y ahora ha encontrado el valor de afrontar muchas situaciones nuevas porque a quien miran es a Rosie, a su guapa perra de asistencia.
Como dicen en"Canine Companions for Independence" (Compañeros caninos para la independencia): ayuda es una palabra que tiene cuatro patas.
Cómo no contagiarse de la felicidad que desprenden Olivia y su madre ahora que Perkins está en sus vidas...