La educación es una de las claves para acabar con el maltrato animal, con los abandonos. Por eso son tan importantes los proyectos que acercan a los perros a los colegios como los que lleva a cabo Purina en España: enseñar a los niños el respeto hacia los animales tendrá efectos secundarios a largo plazo, una generación de humanos que traten mejor a los perros, a todos los animales. Por eso emociona descubrir historias como la de Emmy, que os contamos más abajo, como la deEl Cuarto Hocico en Zaragoza o como la de Ken, el niño filipino que logró crear una pequeña protectora en su garaje.
Hace tiempo compartimos un proyecto muy chulo que lo dejaba bien claro y además, desde la perspectiva de los niños. Esto es lo que explicaba Isabella, una niña de 7 años, la impulsora de Kids for Animals:
“Si educas a los niños, los niños se lo van a decir a los papás, y también, si educas a los niños, los niños, cuando sean grandes, van a educar a otros niños y así sigue”.
No se puede resumir mejor que en esta maravilla de imagen, obra de un fotógrafo y activista animal cuyo trabajo es de una sensibilidad apabullante: John Hwang. Sus fotos te dejan sin palabras, transmiten tantísimo que pueden encogerte el corazón pero también han logrado impulsar incontables finales felices.
Como él mismo añade en su página de facebook, este niño pequeño, con su abuela, estaba aprendiendo a andar pero, al acercarse al Centro de Control Animal y repartir chuches a los perros, estaba aprendiendo algo mucho más importante: la compasión.
Eso mismo ha aprendido Emmy. Desde pequeña, ella iba a con su familia a las protectoras, para intentar ayudar en la manera de lo posible. Y de ahí nació su sueño, seguir salvando a los perros que necesitan una segunda oportunidad.
Hace poco, con la colaboración de una gran empresa, Emmy -que tiene 11 años- ha logrado hacer posible la adopción de más de 40 perros en un solo día. Y eso es sólo el comienzo, ella sigue corriendo la voz: adopta, no compres.