En el pleno del pasado 25 de noviembre se aprobó el cambio en la Ordenanza de la protección, la tenencia y la venta de animales para poder implementar las zonas de uso compartido que estaban previstas en la Ordenanza de 2014.
Se confirma que ya no será necesario tener un carnét de tenencia cívica responsable pero también que no habrá como mínimo un área específica para perros en cada barrio porque ahora se equiparan las área caninas (los pipicanes) a las zonas de uso compartido. Han anunciado que en toda la ciudad habrá unas 100 áreas para perros.
En el propio pleno ya hubo quien mostró su desacuerdo: desde Esquerra, tras explicar que se abstenían para no obstaculizar el trámite, dejaron claro que en su opinión, todo Barcelona debería de ser una ciudad de uso compartido... Esas 100 áreas para las familias con perro lo que hará es concentrar los problemas de convivencia.
Cuándo, en breve, entre en vigor esta modificación habrá considerables cambios para las personas con perro en Barcelona porque, como quizá recordaréis, en la Ordenanza de 2014 se indicaba que estaba prohibido pasear con los perros sueltos en toda la ciudad, salvo en los espacios / horarios designados para ello.
Teniendo en cuenta que en Barcelona está prohibido llevar sueltos a los perros en los parques -salvo en los pipicanes-, esa prohibición desató en su momento una gran una polémica que se zanjó con moratoria tras moratoria mientras el Ayuntamiento trataba de fijar suficientes espacios donde los perros pudieran socializar y estar sueltos. En teoría iba a haber áreas solo para personas con perro y áreas de uso compartido...
Bien, pues ocho años después parece que esos conceptos se han unificado (y previsiblemente reducido), en esas 100 áreas en toda la ciudad.
En este tiempo en Barcelona se ha ido vetando el acceso con perro a multitud de áreas verdes y se han creado algunas áreas específicas que han resultado del todo decepcionantes por lo que desde Espai Gos BCN, la plataforma que lleva todos estos años luchado por que se respete los derechos de las familias que conviven con perros, se han mostrado particularmente decepcionadas y enfadadas con la resolución adoptada por el Ayuntamiento.
Han compartido un comunicado en el que detallan y denuncian la gravedad de lo que se ha aprobado: una vez que entre en vigor la modificación de la Ordenanza, solamente se podrá pasear con perros sueltos en las zonas y en los horarios determinados por el Ayuntamiento.
En su opinión, las funciones de un área de recreo y una zona de uso compartido no son comparables y por tanto no son equiparables. Por la orografía de la ciudad de Barcelona, la única vía posible para garantizar el bienestar del animal es la creación de una buena red de espacios de usos compartidos pero las áreas de esparcimiento que ahora prevé el Ayuntamiento serán del todo insuficientes.
"La previsión de 100 zonas de usos compartidos en horarios determinados, no es sólo un insulto para las familias con perro, también es maltrato animal, pues 180.000 perros por zona en franjas horarias que en la mayoría de casos son de dos horas, no sólo imposibilitan el bienestar del animal, sino que directamente lo colocan en una situación de hacinamiento sin un espacio mínimo en el que moverse con comodidad ni cumplir con sus necesidades básicas y de esparcimiento."
De esto se derivarán problemas de higiene, propagación de enfermedades, peleas, situaciones de estrés, ansiedad, traumas vitales o fobias, entre otros.
Desde Espai Gos BCN han tratado de proponer zonas y buscar soluciones a lo largo de todo el tiempo en que esta cuestión se ha estado definiendo desde el Ayuntamiento pero no se han atendido sus sugerencias.
Tienen claro que el consistorio está confinando a más de 180.000 familias en 100 espacios de la ciudad por lo que lo más lógico es que aumenten los conflictos porque esas zonas no son ni siquiera adecuadas para los perros.
Y, entre medias... alertan sobre las multas en diversos parques a quienes llevan el perro suelto: a diferencia de Madrid, donde hay horarios de uso compartido en la mayoría de parques, en Barcelona está prohibido.
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