La (gran) noticia es que la decisión del Museo Nacional de Ciencias Naturales de abrir sus puertas a los perros se ha vivido dentro de la más absoluta normalidad. No ha habido ningún problema, más bien todo lo contrario: sonrisas y buen ambiente, especialmente por parte de los niños que visitan este gran museo a diario y se sorprenden gratamente al toparse con algún visitante canino.
Es, pese a eso, una noticia importante porque se trata de un paso innovador y valiente que no es para nada habitual -en España, que sepamos, ningún otro Museo Nacional es dog friendly.
Seguro que contribuirá a seguir cambiando mentalidades y hará que la presencia de los perros en espacios públicos sea cada vez más habitual, ¡más normal!
Cristina Cánovas, Coordinadora de Exposiciones en el Museo Nacional de Ciencias Naturales MNCN-CSIC y gran impulsora de esta medida tan interesante, nos ha contado cómo se ha desarrollado el proceso y cómo lo están viviendo en el museo.
Comenzó como una prueba piloto por la que se permitía la entrada de perros solamente un día a la semana cuando la afluencia de público era menor.
En cuanto comprobaron que los problemas que temían que podían surgir no se materializaban decidieron dar el paso definitivo: desde marzo 2024, el Museo Nacional de Ciencias Naturales es dog friendly.
Se han convertido así en pioneros puesto que es uno de los primeros museos de historia natural del mundo en permitir la entrada de visitantes perrunos.
La experiencia está siendo realmente positiva, como nos ha confirmado Cristina Cánovas. Ella, que también es humana perruna, lo tiene claro: no hay ningún problema en que un perro entre en un museo.
Por eso mismo espera que esta iniciativa sea contagiosa, que más museos y más espacios decidan abrir sus puertas a las personas con perro porque es positivo para el turismo y un aliciente para las familias con perro.
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