En EEUU todo el tema perruno está mucho más organizado que aquí: tienen hasta una semana dedicada a la prevención de los mordiscos caninos.
En EEUU todo el tema perruno está mucho más organizado que aquí: tienen hasta una semana dedicada a la prevención de los mordiscos caninos.
Según los datos de la Asociación Veterinaria Médica de América, cada año 800.000 personas tienen que recibir atención médica tras haber sido mordidas por un perro, y la mitad son niños.
En España también es un problema serio, evidentemente. Por eso nos ha parecido interesante destacar algunos de los consejos que ofrecen en EEUU para intentar que tanto los adultos como los niños 'lean' mejor a los canes y se eviten así accidentes que pueden llegar a ser muy graves.
Antes de acercarte a un perro, pregunta siempre a la persona que lo lleve para ver si es bueno o no.
Antes de intentar acariciar a un perro, igualmente, pregunta a la persona que esté a su lado.
No te acerques corriendo, le puedes asustar.
No le mires fijamente a los ojos, en su lenguaje eso es ser maleducado.
No estires la mano hacia la cabeza de un perro que está atado: de nuevo le puedes asustar y si su reacción puede ser morderte.
Si un perro está 'blandito' y mueve su cuerpo, está tranquilo y es improbable que te muerda. El perro que está quieto como una estátua es peligroso, no te acerques.
Nunca intentes quitarle cosas de la boca a un perro: un palo, una pelota, un hueso...
Si un perro tiene la boca cerrada y los ojos muy abiertos, no es buena señal, puede estar ansioso o temeroso ¡Cuidado!
Cuando tiene la boca abierta, la lengua fuera y parece sonreír, hasta con los ojos, entonces está relajado y es poco probable que muerda. Como Gilda y Bongo, dos perruscos felices.
Los perros, muchos, se activan como un resorte cuando ven a un niño correr, le persiguen y, no falla, siempre suelen ir tras el que más miedo tiene, porque es el que más corre... La mejor forma de evitarlo es justamente la contraria, quedarse muy quieto, con los brazos pegados al cuerpo, e ignorar al perro, no mirarle a los ojos. Así se aburrirá y se irá.
Si se te acerca un perro y te da miedo, ¡no corras! Haz el árbol. ¿Cómo es eso?
Debes quedarte quieto-quieto, plantado en el suelo, sin mirar al perro. Como si tus brazos fueran ramas pegadas al cuerpo, abrázate y conviértete en un árbol.
Y si te tira al suelo y sigue molestándote, conviértete en roca. Quieto y como una pelota.
Incluso cuando es tu propio perro que está demasiado nervioso, puedes probar a hacer el árbol para que se tranquilice. Aquí puedes ver cómo.
Esta ilustración de la genial Lili Chin, igual que la anterior, también les puede servir de chuleta a los niños, para aprender a reconocer a los perros que están asustados o agobiados, aquellos que no están de humor de ser 'achuchados'.
Algunas pistas adicionales, ya para adultos.
Es muy buena idea conocer las señales de calma, el lenguaje de los perros, la forma en la que ellos comunican si están a gusto o no.
¿Cómo detectar que un perro está a punto de morder?
- El perro se pone rígido; se queda inmóvil.
- El perro baja la cabeza, las patas delanteras separadas, y te mira fijamente.
- El perro enseña los dientes.
¿Qué hacer?
Cualquier interacción que estuvieras manteniendo con el perro, dala por terminada, aparta la mirada y permite que se retire.
No te acerques y no establezcas contacto visual con el perro, no le hables.
Si estabas tocando al perro, para y retira tus manos lentamente.
Si estabas quitándole algo al perro (comida, palo, juguete), suéltalo.
Si estabas inclinándote hacia el perro, enderézate lentamente y aparta la mirada.