Hace 4 años, Bjorn Schembri adoptó a lo que él pensaba que era una perra mestiza con mucha energía pero que pronto se convirtió en... ¡¡una perri-nutria o sirena-perra con una afición desmedida por el buceo!!
O, como él llama a Misa en sus redes, La bestia submarina :-)
Lo más llamativo, según explicó a Times Malta, es que inicialmente a Misa le daba miedo el agua porque, según descubrió después, ella fue la única de sus hermanos que sobrevivió a una inundación.
En cuanto Bjorn Schembri se dio cuenta de sus temores, empezó a llevarla a la playa para que se fuera acostumbrando y perdiendo el miedo. Poco a poco. Y dado que viven en Malta, era fácil encontrar lugares donde la perra pudiera ir familiarizándose con el agua.
Un día le tiró un guijarro que cayó en una piscina natural y Misa no lo dudó se lanzó a por esa piedra. A partir de ahí se acabó su miedo al agua, o más bien lo contrario, a partir de ahí comenzó su obsesión por el agua y el buceo.
Se han hecho famosos por ello, aunque en muchos medios españoles han contado mal su historia, dicen que es una perra de rescate porque han traducido mal "rescue dog" (perra adoptada).
Y no, Misa no se dedica a rescatar personas, aunque sí piedras y todo lo que le tire su humano al mar :-)
Ahora están decididos a lograr batir el récord Guinness: en teoría, la inmersión más profunda realizada por un perro la hizo un can llamado Shadow y fue de unos 4 metros.
Misa ya ha bajado a casi esa distancia así que están convencidos de que lograrán batir ese rércord y que Misa tendrá su certificado tarde o temprano.
Entre que lo logran y no lo logran podéis ver cómo se lo pasan en sus redes sociales. Imágenes refrescantes y perrunamente felices. Y él él ha explicado en reiteradas ocasiones que lleva con frecuencia al vete a Misa para comprobar que tiene bien los oídos.
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