Fundación Affinity y el Observatorio de Justicia y Defensa Animal se han unido para lograr un cambio importante para los animales en España. Quieren contar con el apoyo de 500.000 personaspara ver si así consiguen convencer al Gobierno de la necesidad de modificar el Código Civil, y van por buen camino: más de 311.000 personas se han sumado ya a la petición para que, legalmente,los animales dejen de ser considerados cosas y pasen a ser considerados como seres vivos dotados de sensibilidad.
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Esto ya es así en la Unión Europea desde 2009, cuando se modificó el Tratado de Funcionamiento. Posteriormente países como Austria, Alemania, Suiza, Francia y Portugal han hecho lo propio, acabando con ese anacronismo legal y reconociendo expresamente que los animales no son cosas sino “seres vivos dotados de sensibilidad”.También Cataluña ha modificado su Código Civil.
Pero España no, aún no. Nuestro Código Civil trata a los animales como “bienes semovientes” por lo que quedan clasificados como cosas, como si fueran un mueble cualquiera. Y las consecuencias no sólo se dejan notar en caso de divorcio, también por ejemplo en un accidente de coche. Salvo muy contadas excepciones, no hay protocolos de rescate para perros y gatos.
Por todo esto, la Fundación Affinity y el Observatorio Justicia y Defensa Animal han unido sus fuerzas para impulsar este necesario cambio en el Código Civil, para que los animales sean considerados “seres vivos dotados de sensibilidad” en vez de cosas.
“Necesitamos promover un cambio en la legislación española, por el bien de los animales y porque ellos son mucho más que unasimple pertenencia y así se debe reconocer en el Código Civil. Y para ello, el apoyo y el compromiso de la gente es clave”, afirma Isabel Buil, directora de la Fundación Affinity.
Para la directora del Observatorio Justicia y Defensa Animal, la abogada especialista en Derecho Animal, Nuria Menéndez de Llano, “que España actualice el Código Civil para que los animales sean reconocidos como seres sintientes tiene unatrascendencia en la práctica judicial necesaria e imperiosa”
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