Los expertos llevan años advirtiendo que el cambio climático, así como las modificaciones de paisajes y hábitats debido a las actividades humanas, están contribuyendo a la propagación de enfermedades caninas transmitidas por vectores, enfermedades que en algunos casos son potencialmente zoonóticas, pueden pasar de los animales a las personas.
La protección de los perros es clave, para protegerlos a ellos, por supuesto, pero también para así proteger a las personas. En esto coinciden todos los colegios de veterinarios: hay que extremar las precauciones con nuestros perros.
En España, la leishmaniosis canina es endémica, con una prevalencia media del 15%, aunque llega a afectar a uno de cada dos perros en algunas zonas de la cuenca mediterránea.
Se considera que la incidencia de leishmaniosis canina es de31 casos nuevos por cada 1000 perros al año.
El aumento de las temperaturas también está causando la expansión del insecto flebótomo a zonas de mayor altitud e incrementando el riesgo de infección durante todo el año.
Otras dos enfermedades parasitarias que afectan a perros y gatos son la dirofilariosis y angiostrongilosis.
La dirofilariosis o enfermedad del gusano del corazón, causada por Dirofilaria immitis, es una enfermedad grave y potencialmente mortal en perros que puede dejar secuelas permanentes en el animal.
Un estudio publicado en mayo 2022 confirma la continua expansión y consolidación de la dirofilariosis en España, con casos positivos notificados por primera vez en provincias e islas donde previamente no se habían descrito casos.
La angiostrongilosis canina es una enfermedad emergente en Europa causada por Angiostrongylus vasorum que afecta a las arterias pulmonares y el ventrículo derecho del corazón.
Pinchando en la foto podéis acceder al mapa interactivo que permite consultar la prevalencia de estas enfermedades parasitarias en cada región de España y en Portugal.
Si te vas a desplazar a una zona donde la prevalencia -el número de casos- sea elevado es importante hablar con tu veterinario antes para que te indique qué medidas adicionales de protección deberías tomar.
La prevención durante todo el año es el mejor aliado para reducir el riesgo de que nuestros canes puedan infectarse. En el caso de la Leishmaniosis, por ejemplo, una vez el animal está infectado, el tratamiento de esta enfermedad es complejo, crónico y costoso y la enfermedad puede llegar a ser fatal.
Para reducir al máximo la probabilidad de infección es necesario aplicar antiparasitarios externos de forma preventiva. Seguir las pautas de desparasitación marcadas por los profesionales veterinarios es imprescindible para garantizar la salud y el bienestar de los perros y salvaguardar la salud de toda la familia.
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