Una cosa es lo que dice la ley y otra lo que sucede en realidad. Los usuarios de perro guía y, en muchas comunidades de perros de asistencia, tienen derecho a acceder a casi todos lados junto a su can, porque su can es su forma de navegar por el mundo con seguridad. Eso es lo que debería suceder, pero no sucede. La realidad es que diariamente se enfrentan con negativas y rechazos: taxis, comercios, bancos... La lista es bien larga y debe de ser agotadora. Si hace unos días hablábamos de la campaña de recogidas de firmas que se ha organizado en Change.org para tratar de modificar la legislación y, a base de penas más severas, conseguir acabar con la discriminación de las personas ciegas, ahora nos avisa Pilique se ha convocado una manifestación en Barcelona con un fin similar: reinvindicar los derechos de los usuarios de perros de asistencia.
No es coincidencia, claro, parece que en los últimos tiempos ha aumentado la frustración de las personas que necesitan a un perro guía o a un perro de asistencia en su vida cotidiana.
Taxis que no paran, establecimientos hoteleros que se niegan a aceptar a huéspedes con can, museos que prefieren arriesgarse a una multa antes que permitir que entre una persona con su perro...
De ahí la convocatoria organizada para el domingo 24 de abril en Barcelona. Pinchando en la imagen encontráis más información:
Al final de la convocatoria van a compartir este Manifiesto:
"A mediados de la década de los 60 llegó a Cataluña el primer perro guía acompañando a una persona ciega. Era el primero en toda España; pero le sucederían muchos más, otorgando gran libertad e independencia a decenas de usuarios en todo el país.
En 1983, se aprobó la primera ley general de libre acceso para los usuarios de perros guía; y en 2009, Cataluña amplió esta ley, a fin de dar cabida a otros perros de servicio , denominando a todo el conjunto como Perros de asistencia.
En el actual marco legal, los usuarios de perros de asistencia, contamos con una serie de derechos y obligaciones que nos permiten tener libre acceso a cualquier lugar público o de uso público, incluidos los transportes colectivos (aviones, trenes, autobuses, metro) o los transportes privados de uso público como el taxi.
Un perro de asistencia, siempre debe estar acompañado del usuario al que presta servicio. Así mismo, el usuario deberá llevar consigo la documentación acreditativa del perro de acuerdo con lo que establece la ley.
Aún cuando todos estos requisitos se cumplen, y aún cuando los perros de asistencia tienen un carácter afable y están en perfectas condiciones higiénico sanitarias, estamos detectando en los últimos tiempos un retroceso en la aplicación correcta de la ley; y por tanto, una degradación en los derechos individuales de las personas que requieren del servicio de estos perros para obtener una mejor calidad de vida.
Esta situación ha llegado a tal gravedad, que se han producido hechos realmente lamentables;como la agresión física que sufrió una usuaria de perro guía de Madrid al intentar acceder con su perro en un establecimiento comercial.
Creemos que casos como éste ocurren porque las instituciones públicas están haciendo dejación de sus funciones y no le dan la importancia adecuada a la ley, ni a su correcta aplicación por parte de los proveedores de servicios públicos. Además de que si dicha ley se infringe, la persona afectada no cuenta con un marcos sólido de defensa de sus derechos, perdiéndose en ocasiones en procesos burocráticos absurdos.
Debido a lo anteriormente expuesto, exigimos a las instituciones públicas y a la sociedad en general que se respeten los derechos de los usuarios de perros de asistencia establecidos por la ley, así como que se realicen distintos planes de acción para informar y sensibilizar a la población acerca de la labor que estos perros desempeñan, al igual que de su aceptación en todos los ámbitos de nuestra sociedad."
Hace tiempo compartimos un anuncio que buscaba justamente esto, mostrar los derechos de los usuarios de perros guía. Es una campaña que se hizo en Noruega y con cierto sentido del humor: Podría haber sido peor.