Lucky, Afortunado: un nombre quizá premonitorio pero lo cierto es que este perro no había tenido mucha suerte en su vida hasta que casi la pierde. Este mestizo de labrador había sido abandonado en medio de una inundación en Carolina del Sur. Su presunto dueño se fue, le daba igual lo que le pasara al perro. ¿Su destino? Morir ahogado.
Ahí estaba, en una casa en la que no había ningún humano. En un barrio que estaba siendo evacuado tras unas lluvias torrenciales que habían inundado todo.
Él perro ladraba pero nadie le hacía caso porque todos pensaban que su dueño volvería a por él. Pero no, el can estaba solo.
Menos mal que los últimos en irse de esa calle convertida en río se apiadaron de Lucky, ahora sí haciendo honor a su nombre.
El perro, algo asustado, no se lo puso fácil.
Pero Alex Scroggins, el hombre al que veis en la foto, con un poco de paciencia y mano izquierda, logró calmar a Lucky y finalmente, gracias a que había un transportín, consiguieron sacarle de ahí y evitar que muriera ahogado.
Es de esas escenas que te hacen recuperar la fe en la raza humana.
La idea era avisar a su dueño pero los vecinos les aclararon que se había ido sin mostrar mayor interés por ocuparse de su perro.
Después contactaron con las protectoras pero todas están saturadas debido a las inundaciones así que el hombre que rescató a Lucky, Alex Scroggins, ha decidido adoptarlo.
Lucky, seguro, por fin lo será.