La FAPAM (Federación de Asociaciones Protectoras y de Defensa Animal de la Comunidad de Madrid) y ANAA (Asociación Nacional Amigos de los Animales) se han hecho cargo de 270 perros de raza chihuahua, pomerania y caniche incautados por la Policía Nacional en dos criaderos ilegales en Meco y Arganda del Rey (Madrid).
De la custodia, cuidados y atención veterinaria de todos estos perros se ha hecho cargo FAPAM y ANAA.Por el momento y a la espera de la decisión judicial no es posible la adopción de ninguno de los perros y además psicológicamente necesitan ser rehabilitados, a consecuencia entre otras del confinamiento y hacinamiento al que han sido sometidos.
Los animales vivían en un zulo construido de manera ilegal en los bajos de un chalet. Se encontraban enjaulados en espacios pequeños y en unas condiciones «deplorables», según la Policía Nacional y en ocasiones había tres perros por cada jaula y los animales presentaban problemas articulares porque apenas podían moverse.
El lugar no presentaba las mínimas condiciones higiénico-sanitarias, no tenía ventilación ni luz natural. El hedor era insoportable y el aire irrespirable, una actividad que el propietario de los animales llevaba a cabo de manera ilegal desde hace 30 años.Para evitar alarmas a los vecinos, a muchos de los animales se les seccionaron las cuerdas vocales y a las hembras destinadas a la cría habían sufrido cesáreas, amputaciones y tenían quistes en los ovarios.
Casi un centenar de jaulas apiladas era el lugar donde mantenían a los animales hacinados, toda su vida pisando un suelo de rejilla y sin poder hacer un mínimo de ejercicio.
La vida de estos perros ha sido un infierno, encerrados en minúsculas jaulas sin apenas poder moverse, utilizados como máquinas de criar para conseguir un beneficio económico. Las hembras eran literalmente “explotadas” para conseguir el máximo número de cachorros para su venta.
Esta actividad se llevaba a cabo en las más absoluta ilegalidad, no presentaba ningún tipo de autorización de núcleo zoológico ni la correspondiente licencia de actividades.
Según la Policía Nacional “Se estima que llevan practicando esta actividad desde 1990. Desde entonces consta que han vendido al menos 1.400 perros con pedigrí, ya que son los que estaban dados de alta en la Real Sociedad Canina de España.
Según los cálculos de la Policía Nacional, los beneficios obtenidos superarían los dos millones de euros ya que los detenidos vendían los perros «de raza» por 3.000 euros, eso sin contar la venta de los canes sin pedigrí”.
En el momento de la incautación los perros presentaban problemas neurológicos, piómetras, malformaciones por la falta de ejercicio, fracturas consolidadas, en general diversos problemas de salud consecuencia directa de las pésimas condiciones de vida, de la cría abusiva/ explotación a la que han sometidos y de la ausencia de atención y cuidados necesarios para garantizar un mínimo bienestar.
FAPAM y ANAA se personarán como acusación particular en el procedimiento judicial, confiando en que los responsables de tanto sufrimiento paguen por sus actuaciones y que sea una condena ejemplarizante.
Este caso, y otros muchos en los que FAPAM y ANAA intervienen, es lo que suele definirse como una“Fábrica de Cachorros”, ya que en sus instalaciones, deficientes higiénica y etológicamente se hacinan cientos de perros de muchas razas, algunas de las hembras son sometidas a varias cesáreas, “reventado” sus cuerpos a criar. Sin un programa de cría responsable que implica la selección de los perros para favorecer que se mantengan las características positivas y evitar problemas hereditarios; sin protocolos higiénico-sanitarios ni veterinarios responsables que dieran un trato individualizado a los animales; sin un plan de vacunaciones, entre otras muchas deficiencias y sin un trato y condiciones que favorecieran la correcta socialización de los cientos de cachorros que vende.
Estas Fábricas de Cachorros no existirían si hubiera más conciencia entre la ciudadanía y a la hora de adquirir un animal de compañía no se colaborará con la explotación de animales y se diera una oportunidad a los miles de animales que se abandonan en España.
Es fundamental que operativos como éste que ha llevado a cabo la Policía Nacional sirvan de ejemplo para que se actúe de manera contundente y se inspeccione y se persiga cualquier actividad de este tipo para conseguir que estos negocios basados en el maltrato y explotación animal desaparezcan.
También es indispensable la colaboración ciudadana para alertar de lugares como este, las denuncias de las personas que son conocedoras de estos delitos son fundamentalesy además es un deber de cualquier ciudadano poner en conocimiento de las autoridades hechos como estos.