Mientras haya quien compra perros de manera irresponsable habrá quien se lucre a costa del bienestar animal y trate a las perras como si fueran máquinas expendedoras de cachorros.
Hay que decirlo y repetirlo muchas veces, especialmente cuando llegan fechas en las que algunos buscan comprar cachorros de raza con descuento... como si también hubiera Black Friday de seres vivos.
Ha sucedido en el Reino Unido, no en España, eso sería lo prirmero a destacar, aunque también en España hay granjas de cachorros y se venden perros que provienen de Europa del Este; es un negocio que no para de crecer, por desgracia.
En este caso, un juez de Bournemouth Crown Court ha determinado que una pareja culpable de cría y venta ilegal de cachorros debe pagar más de de 150.000£ (cerca de 200.000 euros). Si no lo hacen en los próximos tres meses podrían pasar hasta 18 meses en prisión.
William Derrick Perriton y Rebecca Heath comparecieron ante el tribunal en enero después de varios años de investigación por parte de los funcionarios del Consejo de Dorset sobre delitos contra el bienestar animal y la cría sin licencia en una granja ilegal de cachorros.
La pareja se declaró culpable de causar sufrimiento innecesario a un animal protegido, no tomar medidas para garantizar el bienestar de los animales y llevar a cabo un negocio de cría y venta de perros durante 14 meses sin licencia.
En ese momento les retiraron a todos los perros -dada la situación en la que estaban- y desde entonces ya han sido adoptados.
El mes pasado fueron condenados cada uno a 200 horas de servicio comunitario, el máximo posible tras una declaración de culpabilidad sin imponer una pena privativa de libertad. Pero, explican desde el Consejo de Dorset, la orden de confiscación y las costas judiciales solo fueron confirmadas por un juez la semana pasada.
En este caso, como los demandados vendían cachorros sin licencia, los ingresos que obtuvieron de la venta de cachorros deben pagarse.
Por eso el juez ha determinado que el Sr. Perriton debe pagar £115,000 o arriesgarse a 18 meses de prisión y la Sra. Heath £34,840 o arriesgarse a 9 meses de prisión. Ambos deberán pagar £4.500 cada uno en costos de enjuiciamiento, con un recargo por víctima de 85 libras esterlinas cada uno.
Las autoridades han celebrado esta decisión judicial y han aprovechado para reiterar la importancia de no comprar perros sin antes informarse muy bien sobre su procedencia porque de lo contrario se puede estar fomentando negocios ilegales que se apoyan en el maltrato animal.
Quizá sea un poco como lo de Al Capone, que fue condenado por fraude fiscal y no por el resto de delitos violentos que había cometido pero si así tienen que pagar, literalmente, pues bienvenida sea la sentencia.
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