Las bodas con perro son siempre más divertidas, emotivas y memorables: porque los canes aportan unos cuantos grados de felicidad adicionales tanto para sus humanos como para la mayoría de los invitados.
La presencia de esos perros queridos es crucial para los novios y es también imbatible a la hora de generar sonrisas y anécdotas que muchas veces acaban haciendo reír a carcajadas a todos los asistentes.
¿Qué pasa cuando una peluquera canina y un educador canino se enamoran?
Pues que los perros son parte crucial de la relación, claro, y son protagonistas incluso de los hitos que llevan hasta el altar, como por ejemplo del momento en que él, Paul, le pidió a ella, Annette, si quería convertirse en su esposa.
En la bandana de Finn se puede leer, Will you marry my dad? ¿Te quieres casar con mi papá? Evidentemente... ¡Annette dijo que sí!
Eso fue en verano y ahora, en noviembre, ha llegado el momento de celebrar ese evento tan esperado por Annette y Paul: su boda se está haciendo famosa y viral porque la ceremonia ha sido extremadamente guau y, a la vez, emotiva. Porque la pareja comparte su vida con nueve perros y los nueve han estado más que presentes en su boda.
La novia fue acompañada al altar por su hermano y su perro de alma, Pesci, el can que, de hecho, fue el responsable de que ella conociera al que ahora es su marido, su perro de apoyo emocional.
Según cuentan, en un momento de la ceremonia el perro se levantó y fue a consolarla cuando sintió que ella se estaba emocionando...
Y el resto de su gran manada canina también participó en este enlace tan guau: todos los padrinos iban acompañados por un perro, encabezados por el propio Paul, junto a Finn. el que igualmente es su perro del alma.
PD: El último padrino del novio, el que va sin perro, tenía que haber llevado un retrato de uno de los canes de la pareja, ya fallecido, pero con los nervios del evento se les olvidó dárselo.
Precioso, ¿no os parece?
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