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"Los perros tienen sus propios intereses y no somos los protagonistas de sus vidas"


Última actualización del articulo el día 08/08/2022

Esta semana se está desarrollando en twitter un debate relacionado con los perros tan interesante como importante a raíz de los mensajes que ha compartido James Rhodes tras adoptar a su primera perra.

Tiene que ver en parte con algo que en SrPerro a veces llamamos los "perros tirita", esa idea de que los perros, por el mero hecho de estar a nuestro lado, nos curan, nos salvan, nos animan, nos inspiran; que son una tirita perfecta para todos los males de las personas.

Eso a veces, muchísimas, puede ser así. Un perro te puede cambiar la vida. Los perros, tanto los que están entrenados para ello como los que no, son infinitamente más que compañeros para millones de personas, como muchos han descubierto a raíz de la pandemia.

Pero esa idea contiene algún que otro problema: por un lado, las expectativas, el peligro real que supone pensar que todos los perros son tiritas para el alma de los humanos, sin más, solo porque son perros, capaces (habitualmente) de querer a las personas casi más que a sí mismos. Algo que se traduce, por desgracia, en miles de abandonos.

Por otro,el olvidar que los perros no están ahí exclusivamente para beneficio de los humanos, no son bebés, no son pequeñas personas, no son herramientas y tampoco son terapeutas -aunque puedan ejercer de todo esto y más- son perros y tienen sus propias necesidades y su naturaleza que hay que respetar y, más aún, abonar: sí, es nuestra responsabilidad cuidar a los perros como perros, permitirles ser felices siendo perros, no solo compañeros de las personas.

Cuando elegimos ignorar todo esto -por desconocimiento o por soberbia- perjudicamos a esos seres que tanto decimos querer.

En twitter este debate comenzó debido a las publicaciones del pianista James Rhodes -que tiene casi 300.000 seguidores- tras adoptar a una perra, Nina.

Rhodes está exultante, está descubriendo por primera vez en su vida las bondades de convivir con un can y las está compartiendo en versión hiperbólica en su cuenta de twitter que es, evidentemente, un altavoz muy potente dado que lo leerán miles, cientos de miles de personas que nada tienen que ver con el mundo de los perros.

Es comprensible que Rhodes esté feliz al descubrir ese primer amor perruno: ha adoptado a una perra y la perrina es un ser zampable, mágica y cariñosa. Pero es su primera perra y quizá él no sea consciente que está transmitiendo un mensaje que puede resultar dañino para los canes. 

¿Por qué? Pues porque no siempre es así, Muchísimas veces los perros llegan con una mochila considerable de traumas, miedos, problemas de comportamiento que será necesario tratar y trabajar con paciencia y ayuda de algún profesional. Y las estadísticas muestran que miles de perros son devueltos a las protectoras por eso mismo, por esas expectativas fallidas, porque demasiada gente no está preparada o dispuesta a dedicar tiempo, esfuerzo y dinero en ayudar a los perros.

Algunos perros te pueden hacer llorar de desesperación, te pueden machacar el ánimo porque no están bien, porque necesitan una ayuda que tú, quizá, no sepas cómo darles.

Pensar que adoptas a un perro y al día siguiente ya tienes un vínculo perfecto con ese animal perfecto y transmitir ese mensaje puede ser más que problemático, aunque James Rhodes no sea consciente de ello.

Aquí es cuando ha comenzado el debate: la periodista Lucía Arana  -responsable del podcast Derecho y Animales a la par que apasionada por la etología y la educación canina respetuosa, ha lanzado el mensaje que se ha hecho viral (y, dado que twitter es twitter, también ha desatado los insultos y las descalificaciones, pero esa parte la vamos a ignorar)

Desde la Cátedra Animales y Sociedad, entre otros, han recogido las palabras de Arana y las han amplificado:

Con el revuelo que se ha montado en twitter, el reino de los revuelos, lo que ha contestado Rhodes muestra que él no parece haber entendido el fondo de estos mensajes. Está centrado en deshacerse de amor por su perra, lógico, pero...

Una pena, realmente, porque sí es un debate importante. Es compatible derretirse ante la mirada y la presencia de tu nueva perra y darse cuenta que es un ser diferente cuya naturaleza y necesidades quizá no conozcas al 100%.  

Y no, Lucía no necesita una educadora dado que su mensaje ha sido perfectamente respetuoso y cordial.

Os dejamos directamente los hilos en los que Lucía Arana explica algo que ojalá James Rhodes sí lea con calma y tranquilidad, para educarse un poco en la realidad de los perros en España (y el resto del mundo occidental).

 

 

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