Sin duda creo que los canes son más felices al lado de sus humanos, pero también entiendo que los perros son... perros y no sé si están hechos para según qué experiencias. A ver qué opináis vosotros.
Se está generando un cierto y sano debate en torno a este vídeo. Hay quien apoya la idea y quien está en contra.
Whisper, así se llama el can de Dean Potter, un amante de los deportes extremos. En esta ocasión Whisper acompaña a su humano en una experiencia que para Potter, seguro, es adrenalínica pero que para el can... quizá, no tanto.
En las imágenes vemos a Dean Potter saltar al vacío, en un salto BASE, llevando a Whisper a su espalda.
La perra es la compañera constante de Potter, se fía de él a la manera perruna, es decir al 100% y, como veréis, va bien protegida mientras vuelan juntos. Y cuando por fin llegan a tierra está tan feliz y contenta (¿por haber terminado ese suplicio o porque se lo ha pasado bien?)
¿Es realmente una actividad que el can pueda disfrutar? ¿Qué os parece?
Aquí podéis ver las imágenes de Whisper y Dean, comentadas por el deportista para National Geographic.