Hay "trabajos" que sería mejor que no existieran pero por desgracia son necesarios. El 5 de noviembre 26 personas fueron asesinadas y otras 20 resultaron heridas cuando un hombre empezó a disparar indiscriminadamente dentro de una iglesia baptista, en Texas. Ese templo será demolido para intentar borrar el horror, algo que no es tan secillo para los supervivientes y las familias de los que perdieron la vida allí. Por eso los perros de terapia son un verdadero bálsamo en este momento. Igual que lo fueron tras brutal masacre en Las Vegas, cuando un solo hombre mató a 58 personas e hirió a 500.
6 canes del K-9 Comfort Dog Ministry están ya en Texas. Desde 2008, los canes de esta asociación viajan allá donde son necesarios: su objetivo es aportar calma, aportar consuelo y cariño a los humanos que están sufriendo. Tras un desastre natural, como el Huracán Harvey o tras un drama engendrado por la mano del hombre, como las matanzas de Las Vegas y ahora Texas.
Los perros de terapia también ayudan a los que ayudan, a los equipos de rescate, a los policías, a los bomberos... a todos los que se ven obligados a mirar el horror de frente.
Los canes se convierten muchas veces en un puente que permite a los humanos expresar su dolor, aunque solo sea para llorar abrazados a un ser que no les juzga.
Pero también son el puente crucial que permite a los que han vivido una experiencia traumática hablar con otras personas. Los perros de terapia ayudan a los humanos a poner palabras al horror que han tenido que ver o al dolor que sienten ante la pérdida inesperada de algún ser querido.
Los perros son un bálsamo allá donde van, aquí podéis ver otro reportaje sobre su inmensa labor tras la masacre de Las Vegas.