¡Buenísima noticia! Poco a poco se va reconociendo, también en España, la importancia -incluso terapéutica- de los perros sobre los humanos, sobre todo cuando esos humanos son su familia. Tras la pionera y magnífica iniciativa de Dogspital, en Ibiza, ahora la posibilidad de que un can (o un gato) pueda alegrar con su visita a algún familiar ingresado llega también a Alicante. La petición de diversos pacientes ha sido lo que ha impulsado que se trabaje en este sentido y se acaba de anunciar que Ribera Salud y el Colegio de Veterinarios de Alicante (Icoval) han creado un protocolo para regular las condiciones de acceso a los hospitales del grupo de los perros personas ingresadas. Es la primera vez que algo así es posible en la Comunitad Valenciana.
Un hospital permite que una perra visite a su humano para despedirse de él
Las terapias asistidas con animales son una disciplina emergente pero su implantación en centros sanitarios es escasa, explican desde Icoval.
Ha habido experiencias con perros en hospitales españoles, como la promovida por Child Life en el Hospital San Juan de Dios (Madrid), que conecta por streaming a niños inmunodeprimidos de la planta de Oncología o que permite visitas, una vez superada tal situación; o el programa ‘Can de la mano’ en el Hospital La Fe de Valencia, que también se desarrolla con pacientes ingresados de Oncología Pediátrica y Pediatría.
La diferencia clave es que el protocolo implantado en la Comunidad Valenciana permite los encuentros entre pacientes ingresados con patologías severas o pacientes de larga estancia y sus propios perros o gatos. Solo tiene un precedente en España: el proyecto de DOGspital en Ibiza.
El protocolo se aplicará a los hospitales de Torrevieja y Vinalopó (Elche) donde ya se ha probado con algunos pacientes
En palabras del presidente de Icoval, Gonzalo Moreno del Val:
La iniciativa "aspira a que las visitas de los perros o gatos que convivían con el enfermo ahora ingresado, o incluso crónico, sirvan para mejorar su estado de ánimo, aumenten su estimulación a los tratamientos, mejore su rehabilitación o, en casos extremos, humanice el proceso de muerte, permitiendo al paciente despedirse de la totalidad de sus seres queridos”.
Cada solicitud será estudiada por el médico responsable del paciente. Este facultativo será quien determine -atendiendo a criterios médicos, descartando posibles zoonosis o reacciones alérgicas- la conveniencia de la visita, valorando si es recomendable desplazar al paciente a la ‘zona de encuentro’.
Una vez obtenido el visto bueno del médico, se informará al paciente de la documentación que deberá aportar, en colaboración con su veterinario. Será este profesional quien deberá garatizar que el pasaporte sanitario acredite que el animal fue correctamente vacunado, desparasitado e identificado.
Junto a ello, emitirá un segundo certificado que indique la ausencia de episodios de fiebre, vómitos o diarrea, estornudos o tos de posible origen infeccioso...Además, el animal deberá estar vacunado -o haber dado negativo en la prueba de laboratorio- frente a la Leptospirosis (en el caso de los perros) y haber sido desparasitado, interna y externamente, con efecto vigente el día de la visita.
Este certificado se deberá emitir con fecha no superior a los 3 días previos en los que se programe la visita.
Para garantizar el acceso a estas visitas a todos los pacientes, Icoval se ha comprometido a asumir los gastos de la certificación veterinaria que generen los pacientes que acrediten con un informe de Servicios Sociales no tener recursos.
Puede entrar un perro amarrado y con bozal a una zona de parking,jardines y bancos de un recinto hospitalario o está prohibido incluso en las zonas externas?