Incontables veces los perros se convierten en la tabla de salvación de los humanos. Más aún cuando se trata de personas que necesitan una dosis extra de cariño o de cuidados. Hemos compartido muchas historias que lo dejan claro, gente que recupera la ilusión o la sonrisa, incluso la salud, al tener un can a su vera. La conexión con un perro es, con gran frecuencia, verdaderamente terapéutica.
Seguro que nadie ha olvidado la historia de Francisco, el hombre mayor con alzheimer que se perdió cerca de Burriana y pasó toda una fría noche fuera de casa, acompañado y cuidado por una perra callejera.
Una perra a la que han llamado Estrella y que... ¡ha sido adoptada por la familia de Francisco!
«Nada más bajarla del coche se fue directa a él y ya no se ha separado de mi padre. A él le costó un poco más reconocerla, pero se les ve contentos juntos. Ahora se curarán el uno al otro», ha explicado la hija de Francisco.
La de Estrella y Francisco es una historia concreta y realmente bonita, una llamativa historia que con razón ha captado la atención de los medios de comunicación pero lo cierto es que hay muchas otras maneras en las que los canes ayudan a personas con alzheimer.
Hay terapias específicas en las que los perros se revelan indispensables para mejorar la calidad de vida de ancianos con alzheimer, como las que diseñan e implementan desde Fundación ACavall.
Sonrisas, cariño y conexión, todo ello gracias a los perros de terapia de Fundación ACavall.
"La enfermedad de Alzheimer y la depresión son dos diagnósticos que suelen ir de la mano. Dado el impacto que tienen en la vida de quienes las padecen, es preciso desarrollar estrategias para disminuir la presencia de emociones negativas en su día a día.
De ahí que la terapia asistida con perros se proponga como una acción con un efecto amortiguador de esas emociones negativas, a través de la vivencia de experiencias positivas fruto de la interacción humano – animal." Y es que, como explican ellos, el cariño tiene memoria.
Por último, volvemos a hablar de una asociación también muy especial, Somos Manada.
Sus perros viejitos, sus abus, van a visitar a ancianos con Alzheimer: no son perros de terapia pero su presencia sí tiene efectos terapéuticos, a la vista está.
Encontráis más información en la web de Somos Manada y en su facebook. Y si queréis echarles una pata, os podéis unir a su grupo de teaming.