Las posibilidades de sobrevivir a una avalancha descienden drásticamente a los pocos minutos de producirse: por eso es tan importante la ayuda de los perros de rescate porque ellos, gracias a su olfato, pueden llegar más rápido hasta los humanos que hayan podido quedar sepultados. Pero incluso cuando pasa más tiempo, los canes son los que pueden obrar el milagro de localizar a cualquier persona que haya quedado atrapada bajo la nieve, como podréis ver en el segundo vídeo que compartimos.
Los perros en la estación de Tignes entrenan sin cesar pero es en invierno cuando deben actuar, lógicamente: cada año llevan a cabo una decena de operaciones de rescate por avalancha.
Aquí podéis ver cómo entrena Nitro y los demás canes de esta estación de los alpes franceses. Como cualquier perro de búsqueda ellos aprenden a través del juego.
Los canes de rescate fueron los que obraron el milagro en Tignes hace unos años al encontrar a un niño de 12 años que esquiaba fuera de pista. El adolescente fue rescatado con vida ¡40 minutos después de haber quedado sepultado por la avalancha!
En España también hay perros de rescate en la nieve: el primero empezó a trabajar en Sierra Nevada en 2014.
La historia de los perros de rescate en la nieve se remonta a 1937, que es el año en el que tuvo lugar el primer rescate del que se tiene constancia: un perro no adiestrado marcó, por iniciativa propia, la posición de un niño sepultado bajo la nieve. Gracias a ello, el niño pudo ser localizado y rescatado.