Establecer contacto visual es un factor clave para la comunicación entre perros y humanos así como en el vínculo que se forma entre ambos. Es algo que han probado diversos estudios, demostrando además que cuanto más tiempo pasan un can y una persona mirándose a los ojos, mayor es el nivel de oxitocina que se genera(un aumento de 130% en los canes y de 300% en los humanos), fortaleciendo así la relación. La oxitocina, recordemos, es la hormona asociada con la felicidad y el amor, entre otras cuestiones.
Por eso es interesante este nuevo estudio cuyos resultados acaban de compartir investigadores del departamento de etología de la Universidad Eötvös Loránd: han analizado las reacciones de 130 perros para comprobar cuáles establecen antes esa conexión visual con las personas. Y resulta que es más sencillo para canes braquicéfalos -asi como para ciertas razas o los perros más jóvenes y los más juguetones.
Ciento treinta perros han participado en el estudio. A todos les han medido la cabeza, porque el tamaño de la misma está relacionado con la visión, explica Zsófia Bognár, del Senior Family Dog Project, autora del estudio.
Posteriormente, como veréis en el vídeo, se ha analizado el tiempo que tardan en establecer contacto visual con la investigadora, utilizando chuches.
Los investigadores también examinaron si el papel original de las razas todavía influía en la formación del contacto visual y pudieron comprobar que así es: los perros pastores establecieron contacto visual antes que perros de trineo, acostumbrados a las señales vocales.
En general, cuanto más corta era la nariz del perro, más rápido conectaba visualmente con la persona. Pero la razón, como comenta la investigadora y detallamos tras el vídeo, no tiene porqué ser solo debido a su capacidad visual, determinada por su físico.
Los Bóxer, Bulldog, Carlino y demás perros de nariz chata tienen un área central más pronunciada en la retina y esto se traduce en que pueden responder mejor a los estímulos en el campo central, facilitándoles así el contacto visual con los humanos.
Por el contrario, los perros de nariz larga, como los galgos, ven una imagen panorámica amplia porque las células nerviosas que procesan la información visual se distribuyen de manera más uniforme en su retina. Para ellos, por tanto, es más fácil distraerse con estímulos visuales ajenos a la parte central de la retina y esto podría dificultar el contacto visual con las personas.
Aún así la clave podría estar en otro lado, según explican: "Es probable que vean el rostro humano con más nitidez debido a su retina especial, pero también es posible que sus dueños los miren más a menudo ya que sus rasgos faciales se asemejan a los de un niño pequeño, una señal poderosa para los humanos.
Debido a esto, los perros con narices más cortas pueden tener más práctica en establecer contacto visual con las personas”.
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