Los perros de búsqueda y rescate de la Unidad Militar de Emergencias "llegan hasta donde el hombre no alcanza, formando un perfecto equipo entre perro y guía." Estos canes son entrenados para localizar a personas vivas bajo los escombros cuando se ha producido alguna catástrofe y también para encontrar a aquellos que han muerto.
Cuando los equipos de la UME acuden a ayudar en emergencias internacionales se integran en las unidades de búsqueda y rescate urbano de las Naciones Unidas. Y han prestado su crucial ayuda en incontables desastres naturales, en el terremoto en México, en Ecuador, Haití, Nepal...
Se estima que un perro entrenado puede rastrear una superficie de 100 m2 en 5 minutos, mientras que un humano equipado necesitaría al menos 45.
Los pastores belgas y alemanes son los perros mejor preparados para localizar a víctimas con vida, a los que han quedado atrapados entre los escombros, porque combinan fuerza, destreza y agilidad. Cuando se trata de localizar cadávares, explican en este reportaje de León Noticias, los labradores son los más eficaces.
En este otro reportaje que compartimos hace tiempo explican algo también crucial, el entrenamiento cotidiano también busca potenciar la intuición y la autonomía del perro de rescate para las ocasiones en que esté solo y tenga que resolver la situación por sí mismo.