Desde esta semana, los pacientes ingresados en el Hospital Universitario San Pedro, en Logroño, pueden recibir la visita de sus perros: para que esta (estupenda) iniciativa, denominada SERISCAN, sea posible, en el hospital han habilitado un área donde personas y canes pueden reencontrarse con seguridad.
La sala SERISCAN, en donde se realizarán los encuentros entre pacientes y perros, está en una zona no asistencial, con acceso directo por la calle, explican desde el Gobierno de la Rioja.
Tiene 30 metros cuadrados, ventilación natural, climatización y superficies y mobiliario adecuado para su limpieza y desinfección.
En el suelo hay dos colchonetas impermeables y bebedero para los canes, sillas para sus familiares y "decoración apropiada para hacer de esta sala un entorno agradable y cómodo."
La consejera de salud, Maria Somalo, acompañada por directivos del SERIS, ha asegurado que "os factores emocionales son muy importantes para vencer muchas situaciones clínicas, y la visita de una mascota aporta ganas de superar la situación clínica en la que se encuentran los pacientes".
El protocolo para las visitas es el siguiente:
Siempre será el médico responsable quien valore y decida si es posible la visita del can. El médico tendrá en cuenta cada caso de forma individualizada y decidirá si es posible, si no está contraindicado desde el punto de vista de salud y si esta experiencia es conveniente y positiva para cada paciente.
Para ello tendrá en cuenta varios factores como la capacidad física para estar en la sala y completar el traslado hasta ella, el trabajo y la dinámica de la planta donde está ingresado, la disponibilidad de la sala, el bienestar del perro, el beneficio real, etc.
Si la valoración es positiva, le facilitará la documentación necesaria para tramitar el acceso del perro y hará una recomendación en cuanto a la duración y periodicidad de las vistas.
Para poder iniciar las visitas, es preciso un informe veterinario de que el perro cumple requisitos zoosanitarios así como de comportamiento.
En el servicio de Atención al Paciente, situado en el vestíbulo principal del Hospital, verificarán documentos e informes y coordinarán la visita. Durante la misma, el can acudirá custodiado y con correa, con su pañuelo identificativo en todo momento.
Finalizada la visita, el paciente saldrá acompañado por personal del Hospital. Nada más salir se quitará la bata desechable y las calzas depositándolas en un contendor específico para ello, y tras un correcto lavado de manos y de superficies corporales que hayan tenido contacto con su perro, subirá a la habitación.
Otros hospitales españoles han lanzado iniciativas similares (como Dogspital en Ibiza y Mallorca)
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