Crecer en una casa con perros -y gatos- tiene muchos beneficios para los niños, incluso para su salud. Los científicos creen que el estar expuestos a las bacterias y alérgenos de los perros a una edad temprana tiene un efecto quizá sorprendente pero real: refuerza el sistema inmune de los niños.
Parece ser que, sobre todo cuando es antes de cumplir un año, el criarse en una casa donde viven perros o gatos contribuye a que ese niño no desarrolle alergias o asma posteriormente.
O lo que es lo mismo, como resumen en este curioso vídeo sobre este tema, un perro te protege incluso antes de que nazcas porque el proceso de inmunización comienza entonces.