El año pasado justo antes de Navidad, la protectora británica Dogs Trust compartió las razones que les habían dado ciertas personas un cuando entregaron a sus perros, es decir cuando se deshicieron de sus canes: excusas tan peregrinas como surrealistas. Que si no le gustaba disfrazarse, que si prefería dormir en su cama perruna, que sí... en fin, son excusas tan lerdas que parecían falsas. Pero no, resulta que tanto allí como aquí, por desgracia, sigue habiendo demasiadas personas que ven y tratan a los perros como si fueran complementos de moda o tiritas para la soledad humana.
La historia de Lolo merece ser compartida por varias razones, la primera para intentar que así su bella mirada y trufa capten la atención de algún humano que realmente esté buscando compartir su vida con un can y la otra porquesu no adopción muestra una visión de los perros triste, superficial y preocupante.
Una mujer buscaba un perro tranquilo, a ser posible un perro de aguas o algún mestizo con esta raza. Y por eso contactó con Vida con Perros, tras ver alguna foto de Lolo, un can que lleva en esta protectora ya dos años.
Entonces quedaron para que pudiera conocer a Lolo e iniciar el proceso de adopción. Pero no, porque al verlo, el perro le pareció feo y gordo.
Sí, en serio, descartó adoptar a este can por su aspecto (bueno, por su percepción de su aspecto físico porque de feo y gordo tiene poco...)
De ahí que desde la protectora hayan grabado este vídeo con reflexiones importantes para animar a cambiar el planteamiento ante el proceso de adopción de un can, que no es un bolso que tenga que quedarte monísimo en tus fotos de instagram, es un ser vivo que necesita que tú seas su familia...
Hay quien quiere sentir un amor a primera vista, química, pero ¿qué pasa con los canes más tímidos o nerviosos? ¿Estás pensando en el perro o en ti?
Normal que muchas protectoras intenten que reflexionemos bien antes de dar este paso tan importante. Pero eso poco tiene que ver con la estética y mucho con el bienestar del perro. Es normal -y recomendable- conocer bien su carácter, su nivel de energía, su tamaño, si es sociable con otros canes o con niños pequeños...
Hay muchas preguntas necesarias y casos en los que un can no será recomendable para una familia o una persona en concreto. Pero es improbable que la razón sea porque es feo o gordo. Y Lolo, por cierto, no puede ser más guapo y más buenazo.
Encontráis más información sobre Lolo y el trabajo de Vida con Perros, la protectora que se ocupa de él, en su grupo de Facebook.