Lifelines,algo así como Salvavidas:apropiado y poético nombre para un proyecto realmente bonito que busca dejar constancia del vínculo tan especial que existe entre los humanos y los animales que comparten su vida con ellos, entre los humanos que no tienen hogar, que a penas tienen lo justo para sobrevivir, pero que son felices de compartir lo que sí tienen, su tiempo y su espacio, su cariño y mucho más, con los canes y gatos que están a su lado.
Lifelines narra historias reales. A través de las imágenes captadas por la fotógrafa Norah Levine y de breves entrevistas en audio, este proyecto solidario revela la vida de los sin techo en Austin, Texas.
Fragmentos de vidas compartidas, imágenes que muestran un vínculo absoluto, evidente y emocionante, como el que une a Connor y Super Max.
Son historias cotidianas y concretas de gente de todas las edades que, por diversas circunstancias, está en la calle, junto a sus canes.
Para ellos cuidar y cuidar bien de estos animales que tanta felicidad les dan es crucial, como cuenta Jedd, que posa aquí junto a Alice.
Ese vínculo que se teje y describe historia a historia es algo que todos los que tenemos perro podemos entender pero para estas personas es aún más importante, es realmente una tabla de salvación.
Estos son Sandra y Harley y esta es su historia.
Podéis ir descubriendo los demás relatos en la web de Lifelines, un proyecto que no sólo busca captar historias, también es útil.
Los beneficios obtenidos -a través de la venta de fotos, etc.-se destinan a ayudar, justamente, a los sin techo que cuidan de sus mascotas mediante el Programa 4PAWS de Austin.