Lauren Bacall y Humphrey Bogart compartían, entre otras muchas cosas, su amor por los canes. Ambos habían tenido perro desde jóvenes y cuando se casaron, Louis Bromfield -en cuya finca tuvo lugar la ceremonia- les regaló un Bóxer. Ese era Harvey, el protagonista junto a la pareja de muchas de las fotos de familia antes de que tuvieran hijos. Pero no fue el único, la familia perruna también creció y al poco llegaron George y Baby, otros dos Bóxers.
Los perros siguieron acompañando a esta icónica actriz a lo largo de toda su vida, hasta el final. Ya no eran Bóxers sino Papillón; eran inseparables e incluso se llevaba a su perra a las alfombras rojas de los festivales.
En 2011, Lauren Bacall posó elegante y relajada para Annie Leibovitz y Vanity Fair: la extensa entrevista -de lo más recomendable-fue en su casa de Nueva York y allí, a su vera, estaba Sophie, su inseparable Papillón.
Y Sophie fue el nexo de unión que permitió a Bacall hablar largo y tendido sobre los canes de su vida en este curiosísimo vídeo.
Glenn Close, también extremadamente perruna, entrevistó a la actriz en su fabuloso apartamento de Nueva York... y allí charlaron sobre Harvey el Bóxer y Sophie, la Papillón. Y sobre muchas otras cuestiones perrunas.
Y sencillamente por el placer de seguir disfrutando con la magnética presencia de esta inimitable actriz, aquí podéis ver varios fragmentos de sus actuaciones más memorables en un vídeo maravilloso.
"You know how to whistle, don't you Steve? You just put your lips together and... blow."
De hecho, en su testamento Bacall también se ha acordado de Sophie: la perra ha recibido $10.000, los que se invertirán en cuidarla ahora que su dueña ya no podrá hacerlo.