Muchos de los mayores que están en esta residencia de Canadá consideran que Coogee es su can, dice la humana de esta guapa Labradoodle, una perra de terapia que antes de la pandemia le alegraba el día a todas estas personas en directo y que ahora lo hace a través de una pantalla. Porque, sin ninguna duda, su presencia, aunque sea virtual, aporta bienestar y sonrisasen un momento en el que esto es aún más importante y necesario.
Las medidas de seguridad impuestas en todo el mundo debido al COVID-19 han aislado a colectivos vulnerables, reduciendo por razones de salud los contactos que antes mejoraban su calidad de vida. Para evitar que esto pudiera tener consecuencias negativas en muchos lugares se ha impulsado un cambio en la interacción entre los perros de terapia y los humanos.
Las visitas virtuales, como nos explicaban con detalle desde Perros y Letras o Dogtor Animal, son también efectivas.
En este centro de mayores de Toronto, Canadá, han comprobado que las interacciones virtuales con el can incluso sirven para mejorar las interacciones virtuales de los residentes con sus propias familias en días posteriores.
Esa es solo una de las ventajas de contar con las visitas de una perra de terapia como Coogee, aunque sea a través de la pantalla.