El perro de compañía es una de las especies con mayor diversidad fenotípica: la variabilidad entre razas se extiende no sólo a la morfología y aspectos del comportamiento, sino también a la longevidad, destacan los autores de un nuevo y muy amplio estudio que se ha realizado en el Reino Unido para evaular la variación en la esperanza de vida de diferentes razas.
Utilizando un conjunto de datos de 584.734 canes han elaborado un completo análisis sobre la longevidad canina teniendo en cuenta la raza, el tamaño, el sexo y también el índice cefálico (el tamaño del morro).
Todos estos factores interactúan y afectan a la esperanza de vida de los perros de manera que, resumiendo mucho la información que encontraréis a continuación, las perras de tamaño pequeño y con el morro alargado serían las más longevas entre todos los canes.
Dogs Trust, la gran protectora británica, es quien ha impulsado este estudio, también en colaboración con la Univerisdad de Liverpool: han logrado recabar datos de multitud de fuentes: asociaciones de protección animal, registros de razas, compañías de seguros para animales de compañía, veterinarios...
De esta manera, explican, han podido comparar las longevidades estimadas e identificar a los perros que pueden correr mayor riesgo de muerte prematura.
Los datos que ofrecen son realmente útiles y, en algunos puntos, muy llamativos:
Razas como el pastor caucásico (5,4 años), el presa canario (7,7 años), el cane corso (8,1 años) y el bulldog francés (9,8 años) tienen en este estudio la esperanza de vida más corta.
Por otro lado, el Lancashire Heeler (15,4 años), el Spaniel tibetano (15,2 años) y el Dachshund miniatura (14,0 años) fueron los que vivieron más tiempo.
El tamaño corporal influye en la longevidad. Se descubrió que las razas pequeñas y medianas viven más tiempo, con una esperanza de vida de 12,7 y 12,5 años, respectivamente.
Las razas de tamaño grande tienen un riesgo un 20 % mayor de tener una esperanza de vida más corta (en comparación con las razas de tamaño pequeño) a los 11,9 años, tanto machos como hembras.
La forma de la cara de un perro (es decir, la relación entre el ancho y el largo del cráneo) también influye en la esperanza de vida, según han comprobado en este amplio análisis de Dogs Trust.
Los perros braquicéfalos, aquellos con caras planas, como los populares Bulldogs franceses (9,8 años), tienen un 40% más de riesgo de vivir vidas más cortas que los perros con caras con formas típicas, por ejemplo, Border Collie (13,1 años) o Golden Retriever (13,2 años).
Otro dato significativo e importante es que el tamaño del cuerpo, la forma de la cara y el sexo interactúan: un macho de tamaño mediano y cara plana (p. ej., Bulldog inglés) tiene casi 3 veces más probabilidades de vivir una vida más corta que una hembra de tamaño pequeño y cara larga (p. ej., Dachshund miniatura o Galgo italiano).
De media, las perras (12,7 años) viven más que los machos (12,4 años).
Finalmente, la investigación mapeó la esperanza de vida en el árbol de vida de los perros, proporcionando evidencia de que el linaje ancestral está asociado con la esperanza de vida de la raza. Por ejemplo, los grupos de razas relacionadas con menor esperanza de vida incluían el pastor caucásico, los mastines, los bulldogs, el presa canario, el mastín napolitano y el cane corso.
Desde Dogs Trust han compartido unas tablas en las que es posible consultar la esperanza de vida para más de 150 razas de perros. Pinchando sobre la imagen podréis encontrar la información.
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