Si alguna vez te has preguntado por qué algunos perros tiene las orejas caídas, esas orejotas que se agitan mientras corren felices como el Basset de la foto, este resumen animado seguro que te interesará: es una explicación científica sobre lo que se denomina el síndrome de la domesticación, que no solo afecta a los canes sino a muchos otros animales.
En enero de 1868 Charles Darwin publicó una segunda entrega de El Origen de las Especies donde, justamente, analizaba una cuestión llamativa: el hecho de que tanto los perros como otros animales de granja tuvieran una marcada tendencia a las orejas caídas, algo que no sucedía entre los animales salvajes.
La hipótesis más extendida, nos explican en este entretenido vídeo, se centra en el síndrome de la domesticación y en un grupo de células madre embrionarias llamadas células de la cresta neuronal o neural.
La selección humana de los animales más amigables tuvo como consecuencia, a lo largo del tiempo, un cambio en su aspecto físico porque esas células también están directamente relacionadas con la adrenalina:
"Es posible que al criar estos animales, los humanos hayan inadvertidamente seleccionado aquellos con deficiencias en la cresta neural, resultando en glándulas suprarrenales más pequeñas y un comportamiento menos temeroso y más dócil. Entre otros efectos, una cresta neural deficiente puede causar despigmentación en algunas áreas de la piel, malformaciones en el cartílago de la oreja, anomalías dentales y cambios en la mandíbula. Todas estas manifestaciones se observan en el síndrome de la domestiación", explican en Muy Interesante.
Pero el síndrome de la domesticación no es la explicación definitiva, también aclaran en el vídeo, este otro estudio pone de relieve las lagunas que aún quedan por aclarar sobre esta cuestión.