Marley es un Bóxer de cuatro años al que Cadu adoptó de cachorro. A partir de ahí comenzó su nueva y activa vida, paseos por la playa, paseos por doquier... Pero entonces, hace dos años, Marley sufrió un accidente: alguien dejó la puerta abierta en su casa y el Bóxer salió corriendo y tras deambular solo durante dos kilómetros, fue atropellado. Pero esta, nos dicen desde ZeeDog, no es una historia triste sino una de superación y de amistad.
Es una historia de amores incondicionales que llega desde Brasil. Porque en vez de desentenderse de su can cuando éste quedó paralítico de sus patas traseras, Cadu hizo todo lo contrario.
Han luchado juntos día a día y así se ha afianzado su vínculo y su felicidad conjunta. No hay más que verles juntos. Siempre juntos.
Cadu explica que pensó que quizá Marley querría quedarse en casa tras el accidente pero no, para nada. Una vez que pasaron por la rehabilitación y que el can se hizo con la silla de ruedas, Cadu rápidamente se dio cuenta que no necesitaba las cuatro patas para ser feliz.
Corre, incluso algún canicross solidario que otro, y también nada, le colocan un flotador especial y allá que va.
El perro y él están más unidos que nunca y, sobre todo, ¡Marley está más activo que nunca!
