El mensaje de "adopta con responsabilidad" es capital: siendo la adopción la mejor decisión si alguien considera sumar un perro a su familia, a su vida, lo que es crucial es pensárselo realmente bien antes de tomarla.
Las adopciones fallidas son, con gran frecuencia, un trauma para ese animal y para todas las personas involucradas en su cuidado, los y las voluntarias que celebraron su adopción tras ocuparse de su bienestar.
Claro que a veces esas adopciones fallidas tendrían otro nombre bastante más duro. Es lo que le ha pasado a Klaus, ha sido devuelto después de 5 años con una "familia", explican desde ANAA:
Y a Cosmo, de nuevo en un chenil tras pasar dos años en un hogar:
Porque una pareja se divorcia, porque llegan los bebés, porque el perro se hace mayor... Hay multitud de "razones" incomprensibles tras estos dramas.
Che, el perrete de la foto, también ha vivido una adopción fallida, tras una historia particularmente dura: desde Asociación Juan Gancedo lograron que esquivara la muerte -su familia iba a sacrificarlo porque tenía Leishmania- y que se recuperara.
Consiguieron posteriormente que fuera adoptado por una familia que decía haberse enamorado y querer cuidarlo para siempre pero... algo se torció.
Che es ahora un perro sano que, de nuevo, espera encontrar un hogar, pero esta vez de verdad, para toda su vida. Entre tanto, Juan Gancedo ha vuelto a hacerse cargo de él y el perrete está en una residencia.
"Es un perro maravilloso muy cariñoso, al principio tiene un poco de miedo pero pronto se le pasa.
Ya esta controlado de su leismania y hace una vida totalmente normal.
Con otros perros en general se lleva bien siempre y cuando no le agobien, como es normal nada extraño.
Gracias a @costryn y @perrobueno.es no le falta de nada, pero necesita encontrar la familia que se merece"
Si podéis ayudar corriendo la voz, seguro que os lo agradecerán. O echándoles una pata a través de sus teamings,aquí tenéis el de Asociación Juan Gancedo y el de ANAA.