Realmente interesante este artículo de Manuel Ansede en la web de Materia, un artículo que se hace eco de un reciente estudio de la Universidad de Bristol sobre el efecto que el cine, los perros en el cine, tienen sobre los perros en el mundo real... un estudio que refleja cómo las modas desatadas por la gran pantalla afectan a la población canina: "los filmes con protagonistas caninos han disparado las ventas de determinadas razas, disminuyendo su diversidad genética". Lo cierto es que es una pena que Golfo no haya desatado una moda similar, así todos se lanzarían a adoptar mestizos.
El reportaje publicado en Materia nos ha parecido fascinante y publicamos aquí el texto íntegro (Materia permite la difusión de sus contenidos).
"Los pollos prefieren a las personas guapas”, titulaba un sorprendente estudio científico publicado en 2002. En el trabajo, dirigido por el investigador italiano Stefano Ghirlanda, los autores mostraron a un grupo de gallinas unas fotografías de caras humanas previamente clasificadas en función de su atractivo físico por estudiantes universitarios. Y, al ver dos retratos a la vez, uno de una persona guapa y otro de una fea, la gallinácea de turno siempre escogía la cara hermosa.
Por aquel estudio, Ghirlanda ganó en seguida un premio IgNobel, una especie de Nobel alternativo que reconoce estudios científicos que“primero hacen reír y después pensar”. Su trabajo era cómico, pero sugería que las preferencias humanas por una persona surgían de propiedades generales del sistema nervioso animal, también presentes en las gallinas.
Ahora, Ghirlanda vuelve a la carga con otro estudio que también hace sonreír y pensar: las 10 películas de perros que más han alterado la elección de razas caninas en el mundo.
Su nueva investigación muestra la volubilidad de las preferencias humanas ante el martillazo de la cultura popular. Tras el estreno en 1943 de la película Lassie, vuelve a casa, por ejemplo, el número de perros de raza collie en los hogares de EEUU aumentó un 40% en apenas un par de años. Y tras el lanzamiento en 1959 de la película de Disney The Shaggy Dog (traducida como Cariño, estoy hecho un perro en una adaptación de 2006) la cría de perros de raza bobtail se multiplicó por 100.
El equipo de Ghirlanda ha estudiado la mayor base de datos de perros del mundo, la del American Kennel Club, con 65 millones de canes registrados entre 1926 y 2005 en EEUU. Además, los científicos han encontrado 87 películas con perros en papeles principales en ese periodo. Su análisis, publicado hoy en la revista científica PLOS ONE, muestra que las 10 películas más influyentes supusieron la adquisición de unos 630.000 perros de razas que sin el efecto del cine no se habrían buscado, según su complejo análisis estadístico. Y eso sólo los 10 primeros filmes y sólo en los primeros 10 años posteriores a su estreno.
La película '101 dálmatas' supuso 180.000 perros más de esta raza
“Es una buena demostración de la facilidad con la que nos influyen los medios de comunicación. Probablemente pocas personas se dan cuenta de que su elección de una raza canina depende de haber visto una película concreta. Ese efecto se mantiene durante 10 años o más”, explica Ghirlanda, profesor de Psicología, Biología y Antropología en la Universidad de la Ciudad de Nueva York (EEUU).
El problema es que esta moda no es inocua.No tiene nada que ver con, por ejemplo, el aumento de las ventas de las gafas que llevaba Keanu Reeves en Matrix tras el estreno de la película. En el caso de Lassie y similares, las modas implican a seres vivos. “Cuando una raza canina se vuelve popular, hay mucha presión para producir un montón de cachorros rápidamente, lo que significa que a menudo se utilizan muy pocos individuos para la reproducción y, por lo tanto, los defectos genéticos se acumulan fácilmente porque la diversidad genética de la raza cae”, denuncia el investigador italiano.
Razas con defectos genéticos
“En general, las razas con las conductas más deseables, con mayor longevidad y menos trastornos genéticos hereditarios no son las que se vuelven más populares.
En resumen, los cambios culturales en los tipos de mascotas reflejan en gran medida los cambios efímeros de la moda, en lugar de basarse en la selección de rasgos funcionales”, sentencia el psicólogo Harold Herzog, coautor del estudio e investigador de la Universidad de Carolina Occidental.
El trabajo de los científicos también muestra que la influencia de películas concretas en la elección de razas de perros se ha reducido. Hasta 1940, se estrenaba como mucho un filme con un protagonista canino al año. En 2005, estas películas llegaban a siete cada año y competían con programas de televisión y obras en internet. Su efecto se diluye y parece difícil que el mundo vuelva a llenarse de Lassies.
1. The Shaggy Dog, 1959. Esta película de Disney, traducida como Cariño, estoy hecho un perro en una nueva versión lanzada en 2006, provocó que la cría de perros de raza Bobtail se multiplicara por 100 en EEUU. El estudio no valora el número absoluto de perros de una raza, sino los cambios de tendencia. El efecto de la película supuso una adquisición extra de más de 10.000 perros Bobtail en un país en el que la raza era residual.
2. El campeón (1962). Este filme de Disney mostraba a un setter irlandés que prefería corretear por el campo a someterse a la disciplina a la que le sometía su estricto dueño. Tras la película, 128.000 familias estadounidenses adquirieron un setter irlandés.
3. Nikki, el perro salvaje del norte (1961). Esta película lanzó la moda de la raza alaskan malamute, unos perros acostumbrados a climas árticos que de repente se vieron en regiones templadas. Más de 16.000 malamutes fueron criados de manera extra tras el filme.
4. Las aventuras de Rusty (1945).Unos 57.000 perros pastores alemanesllenaron las casas de las familias de EEUU tras el estreno de esta película, que mostraba las aventuras de Ace el perro maravilla, un habilidoso perro protagonista de varios filmes durante su vida.
5. El viaje increíble (1963).Basada en la novela homónima de la escritora Sheila Burnford, contaba las peripecias de tres mascotas (un perro labrador retriever, un perro bull terrier y un gato siamés) a lo largo de 400 kilómetros desde las tierras salvajes de Canadá hasta su hogar. Supuso la cría extra de 2.000 bull terriers en EEUU.
6. Lassie, vuelve a casa (1943).Tras el estreno de la película, se disparó la locura por los perros de raza collie en los hogares de EEUU. Su presencia aumentó un 40% en apenas un par de años: unos 117.000 perros más.
7. 101 dálmatas (1961). Este clásico de Disney, en el que la malvada Cruella de Vil intentaba hacerse un abrigo de piel con un centenar de cachorros, supuso 185.000 perros de raza dálmata más que antes de su estreno.
8. Mi leal compañero/Greyfriars Bobby (1961).El largometraje, también de Disney, relataba la pelea de dos escoceses por ganarse el amor de Bobby, un perro de raza skye terrier. De la nada, surgieron más de 1.500 perros en poco tiempo.
9. 101 dálmatas (1985).Casi un cuarto de siglo después de su estreno, la película regresó a los cines y volvió a generar una moda del dálmata. Más de 21.000 perros extra de esta raza se incorporaron al registro de EEUU.
10. El viaje increíble (1963).Al tener tres protagonistas de especies diferentes, la película tuvo tres impactos. También provocó un aumento inesperado de la cría de casi 90.000 labradores retriever.
PD: Y eso que en este estudio no se ha tenido en cuenta a Uggie...
Lo de los dálmatas sigue, y no es una raza fácil: su pelo corto es dificil de quitar de los tejidos (yo me pregunto cada día por qué Cruella los quería muertos, si vivos son más rentables en ese sentido), son perros activos y en algunos casos nerviosos, necesitan juego, movimiento. Encuentro muchos en protectoras, perreras y páginas de difusión. Quizá al tener uno me fijo más en esa raza, aunque las razas toy como comentas en otros post también lo sufren, los nórdicos (vivo en una zona cálida y veo bastantes que lo deben pasar regular en verano)