Este es Crosby, un guapo mestizo de Golden Retriever que se había quedado solo en casa: en pocos meses había perdido a sus dos compañeros de vida y juegos, a un minino y a un perro.
Parece que el can no estaba a gusto así y decidió dar un empujoncillo a su humano... Una tarde, cuando su dueño llegó a casa,en vez de toparse con el locuelo de Crosby ladrando y aullando feliz como siempre, el can le llevó directamente a la bañera...
Y ahí se encontró con esta pequeña gran sorpresa. Porque no, él ya no tenía gato.
La minina estaba maullando como una loca. Y aunque la puerta de su casa tiene un espacio para que Crosby pueda entrar y salir al jardín, es demasiado alto para que un gato de este tamaño pueda entrar. Así que... evidentemente el perro había "colado" al gato de alguna manera, lo habría encontrado fuera y lo trajo a su casa.
Además, explica el dueño de Crosby, la gatita se parecía muchísimo a la que había sido la amiga de Crosby.
Preguntó por todo el barrio por si alguien conocía a la minina o sabía si tenía dueño, sin éxito. Fue al veterinario por si tenía microchip, de nuevo sin éxito. Estaba esterilizada pero ambos sabían que si la dejaba en alguna perrera el futuro de la gatita sería complicado así que...
Pues sí, el dueño de Crosby hizo caso a la indirecta que le había lanzado su can y ¡adoptó a la minina!
Ahora se llama Raina Lil Ray-Ray y se ha adaptado bien rápido a su nueva vida, a su nueva familia perruna y humana. Crosby, por supuesto, está encantado de volver a tener compañía.
Ella siestea feliz y juega con su amigo aunque por el momento Raina Lil Ray-Ray le deja a él que se bañe solito, muchas gracias :-)