ACTUALIZACIÓN: BUENAS NOTICIAS!!
Esta cachorrota llamada Ikram llegó el pasado 19 de junio a Ibiza desde Argelia junto con su joven humano: ambos fueron rescatados por salvamento marítimo en medio del mar, iban en una patera junto con una veintena de personas.
En ese momento los separaron y a ella la llevaron a la Clínica Veterinaria San Jorge: allí fue evaluada por el equipo veterinario que comprobó, gracias a que la perra viajó con su cartilla, tanto su edad como las vacunas que le habían puesto.
Como Ikram tiene dos meses aún no había sido vacunada de la rabia y por esto mismo ahora está en cuarentena en el Centro de Protección Animal de Sa Coma, cumpliendo con el protocolo establecido por la DG de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Por eso mismo, sin embargo, su vida está en peligro: el protocolo es realmente estricto, o repatriación o sacrificio.
Tanto desde la Clínica Veterinaria San Jorge como desde el Centro de Protección Animal de Sa Coma y desde el propio ayuntamiento de Ibiza están luchando por evitar que la perra sea sacrificada.
Manu Jiménez Roig, el concejal de Bienestar Animal del Ayuntamiento de Ibiza lo ha compartido en sus redes y también se lo ha dejado claro a El País: “Como si me tengo que subir a un barco y tengo que ir a Argelia con la perra”.
¿Cuál es el problema si la perra está bien y puede quedarse en cuarentena para descartar que pueda tener la rabia?
Porque -como ya vimos en el caso de Luno, otro perro a España sin tener un microchip en regla, el protocolo de entrada de animales en la UE no parece admitir excepciones -o al menos, los encargados de implementarlo parece que así lo entienden.
Los responsables de tomar la decisión están en laDG de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y, como vimos con Luno, sus ganas de hacer posible alguna solución que tuviera en cuenta tanto el bienestar del perro como la salud de las personas brilló por su ausencia. Flexibilidad cero.
Por esto mismo es importante correr la voz, que todo el mundo sepa que la vida de la perra está en peligro aunque esta vez cuenta con aliados de peso: el propio Ayuntamiento de Ibiza y su responsable de bienestar animal tienen muy claro que siendo posible garantizar -a través de una cuarentena- que la perra no tiene ninguna enfermedad contagiosa, no tendría sentido el sacrificio.
También PACMA ha solicitado formalmente al Director General de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal, Valentín Almansa, que la cachorra no sea sacrificada y permanezca en cuarentena en el Centro de Protección Animal de Sa Coma.
Esperemos que logren gestionar este caso mejor que el de Luno, que se convirtió en un circo mediático que perjudicó tanto a su familia como al pobre perro.
Hay que tener en cuenta que el periodo de incubación de la rabia es de máximo seis meses. Y es justamente lo que se aplicó para acoger a los refugiados que viajaron desde Ucrania a la UE: ni repatriación ni sacrificio, los animales podían ser "aislados bajo supervisión oficial durante el tiempo necesario para que cumplan dichas condiciones y que no sea superior a seis meses"o incluso se contemplaba un aislamiento domiciliario de tres meses (y posterior comprobación de sus niveles de anticuerpos).
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