Esta es una historia con final feliz o más bien es una historia que empieza a ser feliz: la de una perra abandonada que parecía no haber tenido contacto con nadie desde hacía mucho tiempo, una perra que tenía miedo de todo y estaba absolutamente bloqueada pero que ahora corretea feliz con sus nuevas hermanas perras y gatas en compañía de unos humanos estupendos...
Las casas de acogida son milagrosas para muchísimos perros que en una protectora o perrera no tendrían la oportunidad de relajarse y comenzar a confiar en las personas. Canes estresados o con miedo que en ese entorno lo pasarían especialmente mal. También cachorros o perretes senior, claro. Por eso las casas de acogida son una ayuda crucial e indispensable para cientos de protectoras en España.
Lo demuestra con toda claridad el caso Kita, esta guapa perra que, como veréis, cuando fue rescatada estaba aterrada, tratando de esconderse y hacerse pequeñita porque seguramente en el pasado las personas le hicieron daño y porque llevaba mucho tiempo sola, sin contacto con nadie.
En su casa de acogida le dieron el tiempo y el espacio para que pudiera ir a su ritmo, para que pudiera relajarse y empezar a ser perra de nuevo... Y así pudo encontrar, poco después, una familia para siempre jamás que cuida de ella con mimo.
Gracias a la compañía de las que ahora son sus hermanas perras, ha ido aprendiendo a disfrutar de la vida... ¡y vaya si disfruta! :-)
¿Verdad que da gusto ver cómo ha cambiado y cómo está de feliz Kita?
PD Si quieres ayudar a las protectoras en tu zona, entra en sus webs o sus redes sociales porque la gran mayoría se apoyan en las casas de acogida y siempre necesitán a más personas solidarias que abran sus puertas y reserven un sitio en el sofá para algún perro que lo necesita.
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