Para Dora todo era nuevo y todo le daba miedo: esta Beagle jovenzuela había pasado toda su vida dentro de un laboratorio, en sus primeros ocho meses solo había conocido una habitación, probablemente un chenil y a personas que la utilizaban para hacer experimentos y nada más.
Hasta que por fin fue rescatada y, gracias a la protectora de Chicago One Tail at a Time llegó a una casa de acogida y, poco después, encontró a su familia definitiva.
Al principio no podía, no quería ni andar del miedo que tenía, como veréis también en el vídeo de The Dodo.
Gracias al cariño, paciencia y cuidados de su casa de acogida, poco a poco Dora empezó a entender que el mundo podía ser un sitio muy chulo donde hay juguetes, paseos y mimos para los perros.
Dora no tardó en descubrir que las siestas en el sofá molaban un montón y que ella tenía súperpoderes para lograr que las personas le dieran comida.
Una perra zampable que ha tenido mucha suerte. Hay que recordar que en toda la Unión Europea, también en España, se sigue experimentando en perros, casi siempre Beagles como Dora.
Y no suelen tener su destino dado que en lugares como el laboratorio infernal de Vivotecnia (y muchos otros) siguen resistiéndose a darlos en adopción una vez concluído el ensayo.
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