Hay trastadas perrunas que son tan improbables como divertidas. Y, en este caso, inolvidables. Porque una vez que has visto la cara de Luna con su nueva sonrisa postiza, es imposible parar de reír o borrar esa imagen de tu mente :-)
Habrá quien recuerde a Pandora, una perra que se dio a conocer en medio mundo por razones similares a Luna...Y, curiosamente, también sucedió en Brasil.
Sip, Luna es una jovenzuela y linda mestiza de 11 meses que estaba de visita en casa de la abuela de su humana.
Cuando llegó el momento de la siesta parece que todos se durmieron menos la perra... y ella encontró, debajo de la almohada, algo interesante con lo que jugar ¡la dentadura postiza de la abuela!
Al despertar no encontraba sus dientes por ningún lado y buscaron desesperadamente hasta que... dieron con Luna y su nueva sonrisa postiza. Ahí, en una butaca, jugando más feliz que nadie. Luna no quería devolver ese juguete tan particular.
La abuela aún anda recuperándose del susto :-)