Una nueva investigación del Royal Veterinary College (RVC) confirma un problema del que los veterinarios en el mundo occidental alertan desde hace años: la salud de los Carlinos (en el Reino Unido) es sustancialmente diferente y en gran medida peor a la de los demás perros.
Los carlinos tienen casi el doble de probabilidades de experimentar uno o más trastornos al año en comparación con otros perros.
Para los veterinarios el Pug no puede considerarse ya como un "perro típico" desde una perspectiva de salud y se requiere una acción urgente para reducir la alta tasa de problemas de salud asociados con la raza.
La popularidad de los Carlinos es innegable: el Kennel Club Británico ha visto quintuplicar los registros de esta raza entre 2005 y 2017.
En todo el mundo ha sucedido algo similar pese a la preocupación por los graves problemas de salud que sufren estos perros derivados de su fisionomía (problemas causados directamente por las personas puesto que se está criando a perros con una cara cada vez más chata).
"Si bien existe una conciencia cada vez mayor de estos graves problemas de salud en Pugs, hasta ahora, la magnitud total de la crisis de salud en Pugs no se ha entendido completamente", explican los veterinarios británicos.
Para abordar esta brecha de conocimiento, el estudio, dirigido por el programa VetCompass de RVC, ha comparado la salud de muestras aleatorias de 4.308 Carlinos y 21.835 no Carlinos. Se extrajo información sobre todos los trastornos registrados en cada perro durante un solo año. En general, los Pugs tienen 1,9 veces más probabilidades de tener uno o más trastornos registrados en un solo año en comparación con los demás perros, lo que indica un estado de salud general deficiente en la raza.
Al compilar una lista de los 40 trastornos más comunes en los grupos de perros Pug y no Pug, los Carlinos tenían un mayor riesgo de 23 de los 40 (57,5 %) trastornos en comparación con un riesgo menor de solo siete de los 40 (17,5 %). trastornos
El síndrome de obstrucción de las vías respiratorias braquicefálicas (BOAS, por sus siglas en inglés) es el trastorno con mayor riesgo y la raza tiene casi 54 veces más probabilidades de sufrirlo. Esto refleja las dificultades respiratorias comunes que experimentan las razas de cara plana (braquicéfalas) debido a sus caras extremadamente planas.
Los carlinos tenían un mayor riesgo de muchas otras afecciones en comparación con los demás perros:
Fosas nasales estrechas (x 51,3)
Ulceración ocular (x 13,0)
Infecciones de pliegues cutáneos (x 11,0)
Secreción del oído (x 9,6)
Trastorno alérgico de la piel (x 5,9)
Sarna demodéctica (x 5,6)
Dientes de leche retenidos (x 4.3)
Obesidad (x 3,4)
Por el contrario, tienen menos riesgo de sufrir soplo cardíaco (x 0,2); lipoma (x 0,2); agresividad (x 0,3); y heridas (x 0,5).
Se suele decir que los Carlinos tienen un temperamento dulce y este estudio viene a respaldar esa creencia puesto que se vieron niveles muy bajos de agresividad. Si bien esto puede hacer que el Pug sea un estupendo perro de familia desde una perspectiva humana, es clave considerar su calidad de vida.
Los hallazgos de este estudio sugieren que muchos Carlinos pueden sufrir problemas de salud y un bienestar gravemente comprometidos debido a la forma corporal extrema que las personas esperan de esta raza, concluyen.
Para corregir esto, sugieren desde el RVC, la forma del cuerpo de los Carlinos debería cambiar hacia una conformación más moderada. Mientras llegan estos cambios el consejo de los expertos para el público es "detenerse y pensar antes de comprar un perro de cara chata".
Este consejo no es nuevo, desde hace años los veterinarios de toda Europa tratan de concienciar sobre los graves problemas de salud que sufren demasiados perros braquicéfalos.
En Holanda, por ejemplo, está prohibida la cría de alrededor de 20 razas de perros de hocico corto, según lo definido por el sistema de medición de la cabeza, utilizando la clasificación de colores del semáforo. Solo los perros con una longitud de hocico de al menos un tercio de la cabeza pueden reproducirse.
Tanto en UK como en EEUU los veterinarios también llevan años pidiendo a las empresas que dejen de crear anuncios en los que aparecen Carlinos o perros braquicéfalos: ese factor, la moda y el hecho de que en redes sociales haya tantos Carlinos famosos, no hace sino empeorar la situación.
La venta de animales que proceden de criaderos ilegales en Europa del Este también está exacerbando el problema y, además, algunas personas no son conscientes de que ciertos síntomas -como el jadeo o los ronquidos excesivos- no son normales, son la señal de que el perro no puede respirar bien.
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