En la foto podéis ver a Tomy, un guapérrimo Westie que ha sido entregado en una protectora con 12 años. ¿Por qué? Pues porque parece que su dueño se muda y no puede llevárselo, según explican en Arca de Noé Sevilla.
Según compartieron su historia, se vieron inundados de mensajes de personas interesadas por acoger o adoptar al can.
También compartieron recientemente la historia de Sansa, una perra de 10 años que vivía en un patio hasta que fuer adoptada por un chico que ahora no puede hacerse cargo porque por lo visto se tiene que marchar a una residencia militar.
Esta Golden, sociable y tranquila, busca una nueva familia, igual que Tomy. Y como él, muchas personas se han interesado por acogerla...
De ahí la reflexión que han compartido en las redes sociales de Arca de Noé Sevilla:
"Es curioso cuando se publica a un perro de RAZA y ya tenga 10 años, 12 o 20, la gente se pelee por él.
Tenemos perros que llevan en Arca de Noé más de 5 años y algunos incluso llevan toda la vida esperando tener una oportunidad.
Por Sansa y Tomi, los dos perros de raza que tenemos abuelitos, hemos recibido unos 20 mensajes de personas interesadas en ellos y un montonazo de llamadas.Nos alegramos, por supuesto, pero nos da muchísima pena tener tantísimos animales y que lleven esperando tanto tiempo y no recibir ni una sola llamada.
Con ésta publicación queremos haceros ver una realidad, se difunde mucho más a un perro de raza bonito, que a un PPP, un mastín o un mestizo.
Os pedimos por favor difusión para aquellos casos que tenemos que llevan años y años esperando o que simplemente son unos olvidados. Ellos también merecen una oportunidad.
Gracias.
Equipo Arca de Noé"
Su reflexión ha generado un debate bastante acalorado en su página de facebook, algo que es cada vez más habitual en redes sociales y algo a lo que están acostumbrados en muchas protectoras puesto que su labor no siempre es del gusto de todos.
Es cierto que algunas protectoras parece que ponen demasiadas trabas a la adopción. Puede ser algo justificado, intentando garantizar que no haya adopciones fallidas, pero igualmente ese proceso podría dejar fuera a familias estupendas que a lo mejor viven en un piso pequeño o que no han tenido perro antes. Sin duda.
Aún así, una protectora no es un supermercado de perros... Hay que tener paciencia y entender el porqué de esos cuestionarios y formularios que preguntantantas cosas que, a lo mejor, a nosotros no nos parecen pertinentes.
Si eso no fuera así, si se entregara un perro a cualquiera que se interesara por él, las tasas de adopciones fallidas serían muchísimo más elevadas y, además, sería imposible evitar desgracias y horrores como los que aún hoy en día suceden: el caso de Benito es un triste ejemplo reciente.
PD Para terminar, otro comentario: pese al interés que han suscitado sus historias, ambos perros siguen buscando una buena familia. Ellos y todos los demás de los que ahora se ocupan los voluntarios de Arca de Noé Sevilla. Eso también es habitual, mucho ruido en redes sociales y poco efecto en la vida real: la pena no ayuda a las protectoras a salvar vidas de animales
