Esta es la historia feliz de una perra llamada Pumpkin, Calabaza. Una superviviente nata porque con pocas semanas de vida y pocas fuerzas, algo le hizo ver que los humanos podrían ser su salvación: enferma y malnutrida, se coló en el jardín de una familia. Cuando la vieron ¡pensaron que era una rata! Hasta que la cogieron y descubrieron que en realidad era una cachorrota muy jovenzuela. Y estaba tan malnutrida que parecía una calabaza porque tenía la barriga hinchada. Por eso la llamaron Pumpkin, Calabaza.
La historia (con final feliz) de una cachorrota de pit bull abandonada
Esa familia cuidó de la perra y empezó a correr la voz para encontrar quién la pudiera adoptar definitivamente. Y así llegó a los brazos de sus actuales humanos, Alicia y Tre. Junto a su sufrida hermana perra, Layla. Desde que llegó supieron que era parte de su familia para siempre, se desvivieron para que saliera adelante...
No os perdáis sus aventuras cotidianas en instagram, está hecha una belleza. Y es realmente feliz. Junto a sus humanos y a su compi perruna de aventuras, a la que la presencia de Pumpkin ha rejuvenecido.
Hay que ver lo que ha crecido :-)
