La rabia es una enfermedad infecciosa causada por un virus que afecta a muchas especies animales, entre ellas los perros, y que puede ser zoonótica, es decir, afectar al hombre. La infección tiene lugar generalmente a causa de heridas producidas por una mordedura a través de la saliva infectada.
Desde el lugar de la mordedura, el virus alcanza el cerebro, se disemina hacia el resto de nervios periféricos y se extiende entre otras localizaciones de las glándulas salivares.
Aunque existe tratamiento para las personas que contraen esta enfermedad, si no se acude a tiempo a un médico, puede llegar a ser mortal.
La rabia canina está erradicada en la mayoría de países europeos pero, de vez en cuando, se registran algunos casos aislados.
España se encontraba libre de la rabia desde 1978, con presencia de algunos casos esporádicos en Ceuta y Melilla debido a su proximidad con países del norte de África donde es una enfermedad todavía latente.
Sin embargo, en junio del pasado año se confirmó un caso de rabia canina en Toledo, lo que disparó todas las alarmas y la situación de España cambió de forma temporal a lo que se conoce como país con rabia en “nivel de alerta 1”, aunque el estado de alerta finalizó pasados seis meses.
Las autoridades también estaban en alerta tras la llegada masiva de refugiados de Ucrania, país donde la rabia es endémica.
Algunas personas creen que la rabia es una enfermedad del pasado. Si bien es cierto que durante muchos años estaba controlada, en los últimos años se han detectado algunos casos nuevos tanto en nuestro país como en los países de nuestro entorno.
Probablemente la mayor movilidad de personas y animales entre países donde la enfermedad no está erradicada explique en parte este aumento de su incidencia.
La rabia canina puede prevenirse mediante la vacunación. En España, la obligatoriedad de la vacunación es competencia de las Comunidades Autónomas y las normativas son variadas. De manera que encontramos, desde comunidades muy restrictivas donde la vacuna es obligatoria para perros, gatos y hurones de forma anual, hasta comunidades donde la vacunación es voluntaria.
Actualmente,las comunidades donde la vacunación es voluntaria son Cataluña, Galicia y Asturias (en esta última solamente es obligatorio vacunar perros potencialmente peligrosos). En Euskadi ha comenzado a ser obligatorio en octubre 2022.
En el resto, la vacunación es obligatoria. No obstante, ante cualquier duda, consulta con tu veterinario para que te diga qué vacunas tienes que poner a tu perro.
Al volver de países donde la rabia no está erradicada, los organismos oficiales deben realizar controles para asegurar que los animales que viajan están correctamente protegidos desde un tiempo antes de salir de España. Esto significa que el perro debe estar vacunado contra la rabia y se debe comprobar mediante un análisis de sangre que la vacuna ha logrado la inmunización del animal y está totalmente protegido.
Pregunta con tiempo a tu veterinario los requisitos para viajar tanto dentro de España como fuera de nuestro país. El control de la rabia es responsabilidad de todos.
La primera medida a aplicar es la limpieza de la herida bajo un fuerte chorro de agua y limpieza con jabón durante un periodo aproximado de cinco minutos, más eficaz si se realiza inmediatamente después del contacto. Si es posible se aplicará también un desinfectante.
Ante cualquier exposición a murciélagos, perros u otros animales que pudieran estar infectados, deberá acudir a un centro sanitario lo antes posible, donde le realizarán una valoración del riesgo de infección según el tipo de contacto que se ha producido y le aplicarán las medidas de tratamiento oportunas.
¿Más dudas? El Ministerio de Sanidad emitió un comunicado respondiendo a las preguntas más frecuentes sobre la rabia.
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