En un control de tráfico rutinario la Policía de Madrid se encontró con algo inesperado en el interior de un vehículo: 35 perros, un hurón y un gato.
La persona que llevaba el coche presentó cartillas sanitarias de varios cachorros pero no fue capaz de demostrar ni la procedencia ni la titularidad de ninguno de ellos y por eso mismo le fueron todos incautados.
Los agentes pararon a un vehículo tipo ranchera en el distrito de Puente de Vallecas y encontraron que en el interior, dentro de diversos transportines, llevaba camadas de cachorros de varias razas, incluyendo algunos PPPs.
La trazabilidad es crucial para acabar con el comercio ilegal de perros y es uno de los pilares de la nueva Ley de Bienestar Animal:en este caso, la ausencia de esa trazabilidad así como la evidencia de que la persona que transportaba una treintena de cachorros de diferentes razas de moda tampoco podía demostrar ser núcleo zoológico es lo que ha hecho posible la incautación de estos (pobres) animales.
Compartimos la noticia para recalcar, una vez más, que si alguien está pensando seriamente en incorporar un perro a su familia y por la razón de peso que sea descarta la adopción, que siempre será la opción más recomendable y ética, entonces lo último que se puede hacer es comprar un cachorro sin visitar al criador y asegurarse de cómo está la madre, de que no se trata de alguien que tiene una granja de cachorros...
El Servicio veterinario municipal de urgencias se hizo cargo de los perros, gatos y hurón.
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