No hay más que ver las fotos que compartieron desde la protectora que rescató a Addie para atisbar su triste historia. Esta perra, que solo tenía unos 3 años cuando fue rescatada, parece una anciana: en su corta vida ha debido de parir camada tras camada de cachorros sin más. No se sabe bien cómo, seguramente porque ya no era útil, pero fue entregada en una perrera municipal, en Carson, EEUU. Y así ha podido tener una nueva oportunidad, una nueva vida como una perra normal y corriente, no como una fábrica de cachorros de raza.
Así comenzó esta joven Bulldog Inglés -entre mimos y con miedo- su "freedom walk", su paseo de la libertad.
Abbie, ya lo veréis, no parece entender nada, no sabe que la están salvando... los humanos, a la vista está, le han debido de dar muchas razones para desconfiar de ellos.
Y desde So Cal Bulldog Rescue, la asociación que gestionó la salida de Abbie de la perrera, esperan que imágenes como la de Abbie sirvan para concienciar a más personas: para que vean cómo tratan algunos criadores a sus animales.
Para que entiendan que hay granjas de cachorros en todo el mundo (sí, también en España) porque hay quien todavía elige comprar un perro de forma irresponsalble: a través de internet, sin visitar las instalaciones del criador y sin comprobar cómo cuida a la madre de los cachorros.
De la perrera a un hogar, a la casa de acogida donde estará una temporada, siendo mimada y cuidada.
Addie ya parece otra perra, ¿verdad? Pronto, una vez que pueda ser esterilizada para que nunca más nadie pueda usarla como máquina de generar cachorros, buscarán un buen hogar para la perra.
Mientras tanto, ella descansa feliz y contenta con su familia de acogida.