Ahora Cody y es un perro feliz con media vida por delante. Un caniche de siete años cuya transformación podéis ver en la foto que encabeza este texto. Tres fotos que muestran el cambio que ha dado el can en tan solo tres meses. En la SPCA de Richmond nunca antes habían visto un caso de maltrato tan flagrante: una persona entregó al can, es decir se deshizo de él, tras explicarles que había pasado dos años escondido bajo una cama. Le echaban comida ahí y poco más. Impensable pero real.
El pobre perro, ya lo veréis, casi no parecía un perro: era una bola de pelo mezclada con excrementos y suciedad. Tenía tales nudos y greñas que seguramente le sería de lo más complicado comer y beber, y desde luego andar.
En este vídeo podéis ver el proceso por el que Lionheart, Corazón de León, como le llamaron en la protectora, pudo por fin volver a ser un perro.
Fue necesario sedarle para poder quitarle todo ese pelo antes de pasar a examinarle para ver si, además, tenía algún otro problema de salud: tenía parásitos y un serio caso de enfermedad periodontal pero con los cuidados veterinarios que recibió tras su rescate, a los tres meses ya estaba listo para ser adoptado.
Es impresionante la rapidez con la que ha aprendido a disfrutar de su nueva vida pese a haber pasado tanto tiempo sin recibir ni cuidados ni cariño.
Este caso tan extremo ha llamado la atención de la prensa y así hemos podido conocer algo más sobre la nueva vida del pequeño Cody, siendo mimado y querido por la pareja que le ha adoptado.