Un experimento de cámara oculta, una acción para poner a prueba a los verdaderos recicladores con la inestimable ayuda de un simpático Rottweiler... esta es la (¿peculiar?, ¿desafortunada? ¿llamativa? ¿original?) campaña que han lanzado desde Ecovidrio, seguramente sin contemplar para nada la imagen perruna tan negativa que se puede estar fomentando.
Ecovidrio es una asociación sin ánimo de lucro encargada de la gestión del reciclado de los residuos de envases de vidrio en toda España. Y esta es su nueva campaña para fomentar el civismo medioambiental.
La idea es que Darko, el can, es capaz de detectar a los que no reciclan. Él ladra cuando aparece alguien que no introduce el vídrio en el iglú como debe. Bueno, esa es la idea, digamos que él ladra cuando aparece algún humano. Y han grabado un vídeo de cámara oculta para ver quién está tan motivado con el reciclaje que incluso se atreve a acercarse a echar las botellas y demás envases aunque junto al contenedor le aparezca un perro grandote que ladra y que no está acompañado por ningún humano.
"Darko es un amigo que nos ha ayudado a hacer un experimento", dicen en el mensaje que acompaña al vídeo. "Su principal virtud: identificar a los auténticos recicladores. Ya sabes, si tu iglú no tiene perro, no tienes excusa ;)"
Eso sí, para la broma no han elegido a un mestizo o a un Yorkie, ni a un Golden o un Jack Russell, perros que pueden ladrar alto y claro también, han elegido a un Rottweiler. Las connotaciones son evidentes.
Sí, ya, es una broma de cámara oculta pero por mucho que hablen de Darko con simpatía, es fácil que estos spots puedan fomentar un estereotipo que como mínimo es un poco triste, ese que juzga a los perros por su aspecto, el mismo que está tras las leyes que etiquetan a los PPP, los perros potencialmente peligrosos, por su raza o su morfología.
¿Qué opináis?
