Con menos de un 1%, Aragón es la comunidad que muestra mayor dificultad a la hora de alquilar una vivienda a familias con gatos y perros. Pero no es la única en la que resulta una tarea prácticamente imposible: en País Vasco, Extremadura, Castilla y León y Cantabria, menos del 2% de los pisos en alquiler aceptan expresamente a los animales de compañía.
En España, solo el 4% de los pisos en alquiler permiten expresamente el acceso a familias con animales, porcentaje que ha bajado respecto al 2021, donde la cifra se encontraba en un 5%.
Mientras que en Francia la ley obliga a permitir el alquiler a personas con animales de compañía, salvo que sean PPPs y siempre cumpliendo unas normas básicas, las cifras no son mucho más altas en el Reino Unido, donde rondan el 7%, pero en este país el Gobierno ha tomado cartas en el asunto y han creado un contrato específico que ofrezca garantías a los propietarios y al mismo tiempo facilite la vida a las familias con perros.
Esta también fue una de las muchas cuestiones que pretendía abordar la Ley de Bienestar Animal en España, pero finalmente se ha quedado por el camino, no aparece en el texto definitivo.
En la Comunidad de Madrid las noticias son algo mejores, pero tampoco es que sean para echar las campanas al vuelo: hay un 7% de pisos en alquiler donde son bienvenidos los perros y gatos. Por el estilo sucede en Baleares, la Comunidad Valenciana y Canarias, donde la media es del 6%
Por provincias, Palencia, Ciudad Real, Salamanca y Teruel están por debajo del 1%, mientras que Barcelona, Alicante, Santa Cruz de Tenerife y Valencia se acercan al 6%.
Los datos los ha ofrecido el portal inmobiliario Fotocasa, que se ha aliado con la Fundación Affinity para visibilizar las dificultades que tienen a las familias con perros y gatos a la hora de alquilar.
El alquiler supone el 23% del mercado inmobiliario y, de nuevo según Fotocasa, el número de viviendas en este régimen no ha parado de crecer desde la crisis económica de 2008. Dado que cada vez hay más familias multiespecie en nuestro país, esto es un problema grave.
Y sin duda es una de las barreras que se encuentran miles de personas que se plantean adoptar: es inviable si no sabes si luego te toparás con un casero que no admite perros, algo que pueden perfectamente hacer según la Ley de Arrendamientos Urbanos.
"En muchos contratos se incluye la cláusula de ‘no se aceptan animales’ por defecto y queremos mover a la reflexión sobre este tema. Convivir con un animal de compañía no es sinónimo de problemas, simplemente hay que cumplir unas normas básicas y creemos que hoy en día tenemos suficiente información y responsabilidad como para asegurar una buena convivencia”, explica Isabel Buil, directora de la Fundación Affinity.
¿Qué podemos hacer para intentar aumentar el número de pisos donde acepten alquilar a personas con perro?
Al igual que sucede en el Reino Unido, se podría plantear un contrato específico con algún seguro adicional o alguna cláusula que aportar seguidad y garantías a los propietarios en caso de que se produzcan desperfectos, como sugieren desde Fotocasa.
Hay quien recomienda crear un "Curriculum Canino", un documento que incluya fotos y referencias, por ejemplo de anteriores caseros o, en caso de que hayas hecho cursos de educación canina, de algún etólogo o profesional que te haya ayudado con tu can, incluso un informe de tu veterinario...
Podría parecer algo exagerado pero dada la dificultad de lograr encontrar un piso, es una manera de ofrecer más seguridad, de que entiendan que nuestros canes son un miembro más de la familia, que están perfectamente cuidados y que no causarán problemas a los vecinos.
Aquí encontraréis algunas sugerencias más:
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