Con 28 años estuvo al borde de la muerte debido a su adicción al alcohol y las drogas pero el apoyo de su padre y la presencia constante de sus tres perros le devolvieron las ganas de luchar. Una década después, Zach Skow vive volcado en los canes: sabe que sonla mejor medicina para cualquier humano, lo ha comprobado una y otra vez. Ahora lucha cada día para salvar a perros a los que otros parecen haber olvidado y también se esfuerza por demostrar la enorme capacidad que tienen para dejar atrás cualquier horror y contribuir a mejorar la vida de las personas. Él dice que rescata perros para así poder rescatar humanos. ¿Su mensaje? Deja que tu perro sea tu inspiración.
Marley's Mutts, así se llama la organización que fundó Zach Skow cuando él mismo fue salvado por sus perros: ahora él y su equipo de voluntarios se dedican a rescatar, rehabilitar y encontrar hogares para esos canes que corren el riesgo de ser sacrificados. Han conseguido ayudar a más de 5000.
Esta perra venía de un Síndrome de Noé. En el vídeo podréis ver el enorme cambio que ha experimentado tras tener la suerte de ser acogida por una voluntaria de Marley's Mutts. Su transformación puede que os recuerde a la de Blossom y... en efecto, las dos habían malvivido en el mismo lugar sin apenas contacto con los humanos y en condiciones deplorables.
Y no solo eso, también participan en programas que transforman vidas humanas canalizando el poder de esa "medicina perruna", del vínculo entre un animal y una persona que puede llegar a salvar ambas vidas.
Skow acaba de protagonizar una curiosa campaña para una marca de ropa interior. El objetivo no es demostrar que está de buen ver sino lograr que su historia llegue aún más lejos porque su transformación vital inspira y mucho.
Si entráis en su facebook personal veréis que también para él llega a ser una tarea titánica, es como si tuviera que clonarse para poder llegar a hacer todo lo que los demás quieren que haga... pero ahí sigue, al pie del cañón, día tras día.
Esta charla TED es de hace unos meses pero, igualmente, el mensaje que transmite Zach Skow es inspirador y merece ser compartido.