Un estudio publicado esta semana por la British Veterinary Association revela que la práctica totalidad de veterinarios en el Reino Unido ha recibido peticiones para sacrificar a perros sanos, mayoritariamente (un 98%) por el mal comportamiento del animal, y hasta un 53% indican que no son casos aislados, no es algo infrecuente. Es lo que se conoce como "eutanasia por comodidad"y sí, también sucede en España. Es un eufemismo, realmente, porque hay una diferencia clara entre el sacrificio de un animal sano y la eutanasia, que sólo se aplica cuando el animal está enfermo terminal, está sufriendo innecesariamente y no hay una perspectiva de mejora posible.
Tras realizar una encuesta a 700 veterinarios en el Reino Unido, la BVA ha compartido los resultados de este necesario a la par que terrible estudio.
Invita a la reflexión el hecho de que la gran mayoría de veterinarios en el Reino Unido haya tenido que enfrentarse con una petición de eutanasia para un animal sano.
Ladridos incesantes, aullidos, destrozos en casa o incapacidad para hacer pis y caca donde deben son algunas de las "razones" alegadas por "personas" que piden a su veterinario que sacrifique a su perro. La excusa más frecuente de esos humanos es el mal comportamiento del perro.
Un 48% justificó la petición por la mala salud del dueño, por mudarse a algún lugar donde no podían llevarse al perro (39%) y, finalmente, por razones legales, cuando algún tipo de normativa les obliga a sacrificar a su perro (32%).
El análisis de estos datos deja clara, insisten desde la BVA,la importancia de la socialización temprana y la educación.
Invertir tiempo y (en caso necesario) algo de dinero recurriendo a un educador canino para lograr que los cachorros se conviertan en perros equilibrados es clave para evitar este tipo de situaciones.
En ese sentido, los veterinarios británicos advierten sobre los peligros de comprar perros que puedan proceder de la cría ilegal: esos cachorros tienen muchas probabilidades de sufrir problemas adicionales y no sólo de salud sino también de comportamiento, precisamente por falta de socialización, por cómo han sido criados.
Desde la BVA también quieren poner de relevancia la gran responsabilidad que cae sobre los veterinarios puesto que tanto en el Reino Unido como en España el criterio final es del propio veterinario.
Consultando las diversas leyes de protección animal que hay en España se podría decir que en muchos casos está prohibido pero, claro, dado que en la mayoría de perreras municipales se sacrifica constantemente a perros sanos, eso es relativo.
En el caso, por ejemplo, de la recientemente aprobada Ley de Protección Animal en la Comunidad de Madrid, la situación es en teoría diferente puesto que en esta comunidad se empieza a aplicar la política de sacrificio cero:
"Se prohíbe el sacrificio de los animales de compañía excepto por motivos de sadad animal, de seguridad de las personas o animales, o de existencia de riesgo para la salud pública o medioambiental. (...)
No se podrá sacrificar animales por el simple hecho de su permanencia en centros de acogida, ni en otros centros para el mantenimiento temporal de animales de compañía, independientemente del tiempo transcurrido desde su entrada en los mismos. Asimismo no se podrán sacrificar animales con enfermedades tratables en las que el animal pude llevar una vida digna, previo informe veterinario."
Eso es lo que dice el texto, la realidad es que posiblemente pasen dos o tres años hasta que el sacrificio cero sea una realidad en Madrid.
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